Fieles a la cita mensual, hoy José Miguel, Emilcar y Diego se hacen acompañar de Pablo Villena, romano interino que como podréis escuchar se ha integrado a la perfección desde el primer minuto. O desde el segundo minuto más bien. Los temas a tratar son como siempre distópicos. Diego Ujaldón, nuestro corresponsal en el pasado, nos hablará de las cuatro bodas de Fernando VII, en el tema más NSFW que hemos tratado en nuestra breve existencia. Nuestro debutante Pablo Villena manifestará su estupor ante el fenómeno de los youtubers. Emilcar se hace ya pesadito una vez más con los medios de pago digitales. Y terminaremos con José Miguel Morales hablándonos de algo tan enigmático como sorprendente: TWL.
Enlaces de este episodio
¡Por dios! Prespiputas: mujeres que ejercen la pespitacion. Prestitutas no existe. (Tojeiro os tenga en su memoria).
Prespiputas: mujeres que ejercen la pespitación. Prestitutas no existe, por Tojeiro.
Tras reponerme de la impresión provocada por los temas tratados, lo que ha hecho que emita un comentario doble sobre la prespitación, sólo decir que el enlace al TWL no está bien. Por lo demás aprovecho la ocasión para felicitaros por el podcast, por el nuevo fichaje (que se nota que se a documentado aún a riesgo del daño neuronal) y animaros a que la periodicidad mensual sea, pues eso, periódica.
Creo que en el tema YouTubers habéis estado muy equivocados. Mucha generalización y poca comprensión de lo que se cuenta en los vídeos jeje.
Gracias por la corrección. ¡No volverá a pasar!
Sin duda el mejor y más divertido episodio desde el de los buffets libre. ¡Felicidades por el nuevo fichaje, con su estilo directo y mordaz!
Desde luego, estoy con Emilio en su postura de tratar de facilitar los pagos al máximo. Por ejemplo, en el tema de los parkings, ya me tarda que se extienda el pago mediante sistemas como los aparatos de telepeaje, sí, los mismos que se utilizan en las autopistas. Hace años que dispongo de un OBE de Pagatelia http://www.pagatelia.com/parkings y aún no he tenido oportunidad de usarlo en un parking, pero tengo la convicción de que debe ser una experiencia estupenda, no tener que parar a recoger ticket, ni preocuparse de guardarlo bien, que no se estropee ni se pierda, y poder volver al parking directamente hacia el coche, sin tener que buscar efectivo o tarjeta, colas en el cajero, etc.
Se dice que hay funcionarios de Hacienda sondeando parkings donde no admitan tarjeta para iniciar inspecciones fiscales de inmediato. Y dentistas.
Sobre el chiste recurrente en Saturday Night Live os adjunto un video recopilatorio que os recomiendo ver. https://www.youtube.com/watch?v=axByUFSa7N8
Ahí va mi crítica:
Formando una especie de contubernium cultural, un grupo del Levante mediterráneo (Emilio Cano -director-, José Miguel Morales, Diego Ujaldón y la nueva incorporación, Pablo Villena, en sustitución del desaparecido, que no fallecido, Juanikilator), nos traen, cuales sacerdotisas de la Diosa Démeter, un podcast que intenta abonar nuestras mentes de conocimientos, para ayudar a que la sabiduría florezca en el alma de los oyentes.
Y, visitando improbables lugares, que no por no conocidos, sino por lo insólito de su existencia, nos entregan un largo podcast lleno de sorprendentes datos que, sin embargo, en algún momento de su vasta extensión no llegan a epatar tanto como se esperaba.
Historia contemporánea, trufada de datos a veces ofensivos al pudor del escuchante, la neo-cultura de los «youtubers» en un acto de investigación desinteresada y con propio riesgo de la salud espiritual, tecnología sobre las nuevas formas de pago que intentan desgarrar la cultura del papel-moneda y artículos inusuales de la que se ha venido a llamar, de una manera en mi opnión demasiado ampulosa, la sistututa moderna de la Enciclopedia Británica. Estos son los temas que este cuerpo deliberante demudado en tribunal intelectual de la postmodernidad intenta analizar, demediando entre todos los aspectos mas relevantes de cada uno.
En resumen un podcast que podríamos situar en el punto medio entre lo sublime y lo infame con momentos de esplendor y situaciones que llevan, tanto al podcast como a la audiencia, a un esperpentismo de un siglo XXI que en ocasiones no desearía visitar. Es el propio oyente el que deberá emitir su juicio de valor que condene o salve de la muerte en la arena del coliseo en que se ha convertido el universo podcast actual.