Hoy os cuento como un cambio en el entorno de trabajo ha supuesto en mi caso un cambio sustancial en mi productividad diaria.
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Sergio Lópezdice
Buenas. Mi entorno de trabajo es precisamente el que comentas, un enorme espacio diáfano que consiste en dos filas separadas por un pasillo, en una fila hay cuatro mesas unidas y en la otra 3 y habrá como que 10 filas (así a modo de resumen) por lo que a lo tonto 70 programadores sin separación física entre nosotros. El lado positivo es que fomenta mucho la comunicación y el trabajo en equipo, el lado negativo es el constante ruido, murmullos, voces y distracciones que hay constantemente. Dependiendo de la personalidad de cada uno es un problema mayor o menor, pero yo me encuentro dentro de un grupo para los que llega a suponer un gravísimo problema ya que cuesta muchísimo concentrarse y estoy convencido que baja la productividad drásticamente. Se soluciona algo con lo típico, cascos y música a todo volumen (de hecho estoy pensando seriamente comprar cascos con cancelación de ruido activa).
Por último, estos espacios así creados son mucho mayor problema en España, por nuestro tono de voz y nuestra tendencia al «vociferío», sobre todo por aquí por el sur. He trabajado desplazado en otros países por motivos de proyectos en espacios similares y no en todos los casos pero sí en la mayoría el nivel de silencio no tenía nada que ver y no me suponía un problema este tipo de entornos de trabajo.
En resumen, el entorno de trabajo para personas que estamos mínimo 8 horas al día delante de un ordenador es crítico.
A esto se le suma un monitor de pequeño tamaño y un PC lento y me entran ganas de llorar cuando pienso en la productividad que perdemos cada día.
Yo me encuentro en una oficina abierta en la que somos 14-15 personas trabajando y con dos o tres secciones diferentes, pero todos juntos, y la verdad… algunos compañeros molestan muchísimo porque todo lo que piensan lo dicen y todo lo que hacen o dejan de hacer también. A veces te tienes que poner los cascos para no escucharlos. En definitiva, creo que lo que nos une por el puesto de trabajo se podría decir por circulares, o moviéndote al despacho del compañero en cuestión.
Sergio López dice
Buenas. Mi entorno de trabajo es precisamente el que comentas, un enorme espacio diáfano que consiste en dos filas separadas por un pasillo, en una fila hay cuatro mesas unidas y en la otra 3 y habrá como que 10 filas (así a modo de resumen) por lo que a lo tonto 70 programadores sin separación física entre nosotros. El lado positivo es que fomenta mucho la comunicación y el trabajo en equipo, el lado negativo es el constante ruido, murmullos, voces y distracciones que hay constantemente. Dependiendo de la personalidad de cada uno es un problema mayor o menor, pero yo me encuentro dentro de un grupo para los que llega a suponer un gravísimo problema ya que cuesta muchísimo concentrarse y estoy convencido que baja la productividad drásticamente. Se soluciona algo con lo típico, cascos y música a todo volumen (de hecho estoy pensando seriamente comprar cascos con cancelación de ruido activa).
Por último, estos espacios así creados son mucho mayor problema en España, por nuestro tono de voz y nuestra tendencia al «vociferío», sobre todo por aquí por el sur. He trabajado desplazado en otros países por motivos de proyectos en espacios similares y no en todos los casos pero sí en la mayoría el nivel de silencio no tenía nada que ver y no me suponía un problema este tipo de entornos de trabajo.
En resumen, el entorno de trabajo para personas que estamos mínimo 8 horas al día delante de un ordenador es crítico.
A esto se le suma un monitor de pequeño tamaño y un PC lento y me entran ganas de llorar cuando pienso en la productividad que perdemos cada día.
Un Saludo
OSCAR GARRIGUES VILA dice
Yo me encuentro en una oficina abierta en la que somos 14-15 personas trabajando y con dos o tres secciones diferentes, pero todos juntos, y la verdad… algunos compañeros molestan muchísimo porque todo lo que piensan lo dicen y todo lo que hacen o dejan de hacer también. A veces te tienes que poner los cascos para no escucharlos. En definitiva, creo que lo que nos une por el puesto de trabajo se podría decir por circulares, o moviéndote al despacho del compañero en cuestión.