Con la nueva orden de 3 de mayo de 2018 donde se establece la gratuidad de los libros de texto para el próximo curso 2018-2019, ha habido una oleada de felicidad en los bolsillos de la familias pero… ¿es oro todo lo que reluce? Aquí os cuento algunas de las sombras de esta normativa y os explico por qué no es la panacea.