También conocida como la cadena perpetua, esa otrora anhelada aspiración a la que muchos curritos quieren acceder, es la puerta a la consabida acción de poseer un domicilio en el que el propietario haga los que le plazca sin necesidad de rendir cuentas a nadie.
Porque, ¿quién quiere pasarse toda la vida alquilando una vivienda?
Casi todos nos deslomamos por lo mismo y eso en Suiza no es diferente, sólo que aquí aún hay menos gente que se lo puede permitir.
Vaya rollo acabo de escribir para describir lo que ya queda claro con el título descriptivo. Menos mal que nadie se lee estas notas. A veces me salen más curradas pero como los de la asociación de podcasting no dan premios a las mejoras notas pues casi nadie se esfuerza.
Estimado oyente/lector, si has llegado hasta aquí, házmelo saber mencionándome en twitter y adjuntando un gif en el que salga alguien con un tanga.
Suban, estrujen, bajen: Sie gleichen wie ein Ei dem anderen – Parecerse como dos gotas de agua
Euro + Séneca = Eureka