Septiembre ha llegado con una de las novedades que más ganas tenía de leer este año. Os hablo de «Los testamentos», la secuela de la afamada novela «El cuento de la criada», de la autora canadiense Margaret Atwood. Una historia que ha sido adaptada con gran éxito a la pequeña pantalla y que no deja indiferente a nadie.
Pero Gilead no es la única sociedad distópica que ha imaginado una escritora, por eso, he decidido hablaros de algunas brillantes distopías escritas por mujeres… ¿o quizás se trate de utopías? Tendréis que escuchar el podcast para saber de qué estoy hablando.
Para finalizar, también he incluido algunas de las novelas que se han sumado al fenómeno de «El cuento de la criada», siendo presentadas como la nueva versión de la icónica obra de Margaret Atwood por las editoriales… ¿lo serán realmente?
Como siempre, os dejo los enlaces a los libros que se mencionan en el capítulo y os animo a enviarme vuestras opiniones, preguntas y comentarios a través de los medios de contacto habituales.
- El cuento de la criada, de Margaret Atwood.
- Los testamentos, de Margaret Atwood.
- Kallocaína, de Karin Boye.
- El dador de recuerdos, de Lois Lowry.
- El Vivo, de Anna Starobinets.
- Kentukis, de Samantha Schewblin.
- Voz, de Christina Dalcher.
- El poder, de Naomi Alderman.
- El núcleo del sol, de Johanna Sinisalo.
rsandova dice
Sara.
Me encanta tu podcast. Desde que lo iniciaste hace casi un año lo sigo religiosamente. Tus recomendaciones me han hecho mejor lector, no conocía a Brandon Sandersen ahora llevo leídos dos libros de él, gracias a ti. Tampoco habia leído Velo de Novia, lo hice gracias a ti. La semana pasada termine el cuarto mono de J.D. Barker, al principio no me gustaba la novela, pero después de la primera mitad se volvió irresistible hasta que la terminé. Mil mil gracias. Sigo esperando tus recomendaciones. Rodrigo Sandoval Almazán. México.
Sara Barberá dice
¡Hola Rodrigo! Muchas gracias por tu comentario… y por tu fidelidad 🙂 Es cierto que El cuarto mono empieza un poco así, pero luego coge ritmo muy rápido, ¿verdad? Me alegra muchísimo saber que te están gustando mis recomendaciones, a ver si seguimos así!
un saludo
Manuel Soler Tenorio dice
Hola Sara,
Yo sí pienso que de alguna manera las distopías pueden tener un efecto reaccionario en la sociedad. Veo probable que (quizá inconscientemente) al contemplar las barbaridades de, por ejemplo, El Cuento de la Criada, las mujeres reaccionen felicitándose por los derechos conseguidos, más que planteándose reivindicar lo que todavía queda por conseguir.
Por otra parte me planteo hasta qué punto toda distopía tiene la intención de remover consciencias. Entiendo que algún escritor habrá cuyo objetivo sea meramente artístico, sin pretender cambiar la sociedad. Quién sabe, yo al menos no lo sé.
No comparto tu opinión de que toda distopía es una utopía para alguien. Dudo mucho que los maridos y esposas del Cuento de la Criada sean felices. Ahora que lo pienso, la única que quizá sí sea feliz a su manera sea la tía Lydia.
Felicidades por tu podcast. Yo también he conocido a Brandon Sanderson por ti y disfruto mucho cada capítulo.
Un saludo,
Manuel Soler
Sara Barberá dice
¡Hola Manuel! Lo primero, gracias por las felicitaciones. Me alegra ver que he descubierto a un nuevo fan de Sanderson :p
Respecto a lo que me comentas… bueno, quizás no me expliqué bien cuando dije aquello de «toda distopía es una utopía para alguien». Piensa en El Cuento de la Criada, utilizando el mismo ejemplo, me dices que no crees que los Comandantes sean felices y, la verdad, comparto tu opinión… pero Gilead es su utopía. Ellos crean Gilead porque creen que eso es utópico, que esa es la sociedad perfecta. Siempre habrá alguien, siempre habrá una persona que crea en eso firmemente. Mira Hitler, sin rebuscar mucho el ejemplo, ¿crees que la Alemania nazi no era una utopía para él? Sin embargo, lo que intento decir es que la utopía no es posible, o no creo que lo sea. Los sistemas ideales solo existen de manera teórica, una vez que se llevan a la práctica son inviables. Si lo piensas bien, pasa lo mismo en la realidad. Hay ideas políticas, sociedades que se han planteado sobre el papel y, leyendo las teorías, parecen perfectas… pero una vez ejecutadas no funcionan. ¿Por qué? ¿Cuál es el problema? ¿Por qué algo que en teoría es utópico acaba convirtiéndose en una distopía?
Sobre tu otro comentario… bueno, yo he visto bastantes protestas reclamando derechos para las mujeres. En EEUU, en Argentina contra las leyes antiabortistas, en Valencia contra la gestación subrogada… las mujeres se movilizan vestidas de criadas, la novela se ha convertido en un símbolo. Es posible que ese pensamiento reaccionario se dé en sociedades o países donde los derechos se creen ya conseguidos pero, sinceramente, creo que esa sensación de conformismo tiene más que ver por el modo en el que están planteadas las sociedades actuales que por las distopías en sí. Zamiatin escribió «Nosotros» para denunciar a la Unión Soviética, su novela estuvo más de 80 años prohibida en el país, se vio condenado al exilio… ¿de verdad podemos decir que su intención era artística? Estamos hablando de autores que fueron perseguidos por sus ideas. No creo que te metas en algo así si no quieres cambiar las cosas, si no tienes intención de hacer algo.
Así que, lanzo una última pregunta,¿son las distopías reaccionarias…o lo son las personas? 😉
Un saludo
Pd. Por cierto, yo sinceramente, no creo que tía Lydia sea feliz. Al menos no después de leer «Los testamentos»… y hasta aquí puedo decir :p
Manuel Soler Tenorio dice
Hola Sara,
Creo que estamos de acuerdo en casi todo en realidad. Coincido en que utopía y distopía son conceptos que están mucho más cercanos en la realidad de lo que parece. Las distopías no son reaccionarias, lo son las personas… y sospecho que cada uno ve El cuento de la criada desde el cristal que le interesa.
Te propongo un offtopic en tu podcast sobre fotografía, o sobre libros de fotografía, porque te sigo en Twitter y desde luego te interesa el tema 😉
Un saludo
PD Pronto caerán Los Testamentos, de momento sólo la serie, y coincido contigo: primera temporada bien, segunda ida de olla, y tercera alejada de la realidad. No veré la cuarta.
Sara Barberá dice
Jeje pues la fotografía me gusta mucho, pero no te creas que leo libros al respecto, prefiero aprender de una manera más visual (ya sean clases, talleres o incluso vídeos).
Estuve pensando el otro día en tu comentario porque volví a leer algo sobre este tema en Twitter, parece que está de moda, y ciertamente creo que al final el mismo estímulo puede provocar reacciones muy diferentes en las personas. Estoy leyendo ahora mismo Walden Dos, que es considerada por muchos una utopía, y a mí me está pareciendo una auténtica distopía… aunque de momento llevo poco como para opinar, tendré que esperar a terminarlo.
Así que supongo que la clave es más quién eres tú y qué estás dispuesto a hacer que el qué esté contando el libro en cuestión. Porque quién seas tú definirá qué entiendes al leer. Piensa que Chapman asesinó a Lennon porque, según el, le inspiró la lectura de El guardián entre el centeno. Yo he leído la novela varias veces, de hecho es una de mis preferidas, y jamás he sentido ganas de asesinar a nadie… 😛
Gracias por comentar!