Mis vacaciones de podcasting suelen ser bastante estrictas. No vuelvo hasta el 1 de septiembre y rara vez hago grabaciones esporádicas, más allá de las previstas para los suscriptores de Weekly. Sin embargo eso no significa que no esté de alguna forma trabajando en mi proyecto de podcasting.
Hace ya tres años escribí en mi blog un post titulado El verano es para el podcaster donde describía mi proceso creativo durante las merecidas vacaciones de (en mi caso) agosto. Ese proceso ha sido especialmente intenso este mes.
Y ha sido intenso en la parte teórica, porque apenas es en estos días ya finales cuando estoy sentándome algo más de tiempo delante del ordenador, para responder emails y leer algunos textos atrasados. Este año más que nunca la preparación ha sido mental, de planificar sin nada delante, de darle vueltas a la cabeza, de dejar que el proceso creativo fluya sin los límites físicos de un mapa mental o una lista de texto aun a expensas de que alguna idea se pierda por el camino.
¿Y por qué este año ha sido especial? Pues por lo que sucedió en la primavera de este año, cuando pasé de unos 300 suscriptores en Weekly a más de 550. El proceso de dos años resumido en apenas un mes. Eso significa que mis planes para Weekly y para todo mi proyecto de podcasting deben acelerarse. Para ello estoy mejor armado que nunca, en mi nuevo estudio, diseñado para ser el sanctasanctórum de mi creatividad, pero también tengo más retos y más frentes abiertos que otras veces, con la sombra de la creación de contenidos en video cerniéndose sobre mí y no ya la sombra sino la realidad del libro de podcasting que me ha encargado la editorial Anaya y que debo tener listo para el 31 de marzo.
Y muchas más cosas: la gestión de la red de podcasts, las consultorías de podcasting, el nuevo Promopodcast, las grabaciones con mis amigos en Ars Mvsica, Colegas y Están locos estos romanos, esta newsletter, mi colaboración en No es asunto vuestro, Emilcar Daily y, sobre todo, Weekly y todo lo nuevo que quiero incorporarle este año.
Y el trabajo «civil», con su desgaste y su importante dosis de estrés.
Y no olvidemos lo más importante, mi familia, en un año en el que Miguel comienza el colegio y donde también tendremos, si Dios quiere, la Primera Comunión de Emilio.
Voy a necesitar toda mi fuerza y toda mi capacidad productiva para afrontar los retos que el nuevo curso me plantea. Voy a decir muchos NO para poder centrarme en mis propios objetivos. Voy. a tener que enfocarme como nunca en lo que realmente es importante.
Y los suscriptores de Weekly van a tener un asiento de primera fila para ver cómo todo esto sucede. Deseadme suerte.
Suerte!
Tú puedes con todo!
¡Que sea un año de éxitos! Aquí estaremos al otro lado de la pantalla y del Airpod para siempre apoyar todo el contenido de calidad que aportas.
¡Mucha suerte y a por todas!
Escuchar tus podcasts cada dia, a primera hora, hace más llevaderos los madrugones. Buen trabajo. Gracias y mucha suerte.
Suerte! Si alguien puede con todo eso debes ser tu.