La OCU nos advertía del cambio en muchos productos de la industria alimentaria a comienzos de septiembre. El motivo es el aumento de precios de materias primas como el aceite de girasol. El problema es que, para no desperdiciar las etiquetas impresas, la UE y un Real Decreto del Gobierno permiten seguir usando las etiquetas viejas, anotando en algún lugar de los envases de los productos, del cambio del ingrediente. Ojo a los cambios, que no siempre están tan visibles.