El jueves tarde empezó la rareza. A tres por hora y contra un bordillo de una calle de mi pueblo, reventé uno de los carísimos neumáticos que monta el Mii. El viernes, en el trabajo, toda la mañana fuera en una intervención en colaboración con la policía. El sábado, fruto de esa intervención larguísima del viernes, larga mañana de curro en un juzgado. Con suerte, esta semana será más corta laboralmente, para compensar ese no finde completo.