Guille, Ángela y yo nos vamos de finde al sur de Francia o norte de Euskal Herria. Y lo hacemos a lomos de un magnífico vehículo eléctrico, el Polestar 2 que, con casi 300 caballos de potencia, da más 500 kilómetros de autonomía. ¿Y si el alquiler fuera la fórmula para este tipo de viajes y el Mii se quedara conmigo hasta el final de los tiempos?