Todo lo que tiene que ver con el uso de una vivienda, su alquiler, propiedad, comodato, uso en precario o cualquier figura que se aproxime a estas, es siempre fuente de polémica y cierto cuñadismo. A veces las propias administraciones operan literalmente al margen de la ley, poniendo unos derechos, como el de la propiedad privada, en este caso muy mal entendido, por delante de la escalofriante necesidad de las personas a la existencia civil.