Cualquier evento en EEUU relacionado con sus presidentes, en ejercicio o retirados, es susceptible de convertirse en un episodio de «conspiranoia». Lo de Trump se convertirá en algo así por un lado u otro. Sabemos de lo que el personaje es capaz. De absolutamente todo, reconocido por él. Pero yo aún mantengo cierta esperanza en la prensa. Me explico.