Medios tan poco sospechosos de atacar al juancarlismo, como el diario El País, de Prisa, aval de la monarquía en el entorno progre del régimen del 78, han abierto definitivamente la mano que tapaba la boca en sus páginas y acogen abiertamente la posibilidad de que el entonces conocido como Juan Carlos I, Rey, fuera el instigador intelectual del golpe de estado de Tejero, en 1981. Y todo por la publicación de fotos y grabaciones de la relación sentimental y carnal del entonces rey con la entonces vedette Bárbara Rey. La clave de bóveda de la transición y el juancarlismo se tornan ahora en la mentira sobre la que un linaje extranjero mantuvo la jefatura del estado heredada del dictador Francisco Franco.