Las dos organizaciones ultras, sospechosas habituales de todas las denuncias orquestadas en España para influir en la política con muy poquito, han denunciado a RTVE y a unas humoristas por un gesto bastante sencillo e ingenuo, al menos desde mi punto de vista. Y el Gobierno ha decidido sacar la Brunete legislativa contra un delito de esos que se ven colisionados frecuentemente con el de la libertad de expresión. 2025 no empieza distinto de como acabó 2024.