Aunque nunca instalaría una alarma ni entro en esas dinámicas de okupación, nos invaden o cualquier otra tontería del populismo, parecía razonable aprovechar este verano tan productivo para reforzar la seguridad de mi puerta. Y lo he hecho con un cilindro top de tecnología alemana, considerado lo último contra la intrusión a través de una puerta blindada.