Cada vez más personas en todo el mundo están bajando el ritmo. Apagan notificaciones, abandonan redes, reducen jornadas, se mudan fuera de las ciudades o simplemente aprenden a no llenar cada minuto de actividad. Es el movimiento global del slow living, la vida lenta.Una reacción ante el cansancio colectivo, la ansiedad y la sensación de que el tiempo ya no nos pertenece. Hoy en Bala Extra: por qué el mundo empieza a frenar… y por qué quizá sea hora de hacerlo también aquí.
