Hay heridas que no se ven pero nunca se cierran. Y de todas ellas, quizá la más profunda es perder a una madre cuando aún no sabes del todo quién eres. Hoy quiero hablarte de ese vacío que marca la adolescencia, y de cómo, a veces, pasamos toda una vida intentando entenderlo.
Madre
por Pedro María Sánchez Amado | | Bala Extra
