Bala Extra

En los colegios, en los salones de los matrimonios y parejas, en sus habitaciones, en las de sus hijes. «Querer», en Movistar + o donde puedas encontrarla, es un must para entender cómo han pasado y pasan las cosas que agreden a las mujeres. Una obra maestra, cortita y al pie, llena de detalles que solo se entienden en su totalidad si has visto profesional o personalmente cómo de sutil y demoledora puede ser la violencia contra las mujeres. Y lo fácil que resulta creerlas o, por contra, decir aquello de «chica, no será para tanto. Igual eres tú que no estás bien». Por favor: tienes que verla, seas mujer u hombre. Y ya. No lo dejes.

He hablado muchas veces de mi sorpresa por la capacidad de prescripción de Bala Extra. Supongo que porque, rojo o azul, en los temas de consumo y derechos sociales me consideráis alguien fiable. Y os lo agradezco. Pero lo que no iba a suponer es lo que me pasó en relación a Bala Extra con un miembro del equipo técnico del Eibar de fútbol, contra quien jugamos el sábado pasado en la ciudad armera.

Quizás las trincheras de las redes sociales de «microbloging» vayan a dar paso a riberas distintas de un mismo río. Vuelvo a prestarle atención a Bluesky tras el desembarco masivo de progres amigos a mi timeline de una red que hace cosas chulas como verificarte con tu propia web y que tiene un ambiente del Twitter primigenio.

Los que salimos ganando somos las personas usuarias de ambas compañías. Pero esto ya no va por trimestres. En apenas semanas salen nuevas ventajas y grandes avances en los servicios, incluso innovadoras soluciones, para competir en el ámbito de las telecos de calidad, respetuosas con la clientela y bajo la base de la cobertura movil líder en España, la de Movistar. Todo bien para las personas consumidoras.

Analizamos este viernes, una semana y media después del resultado electoral, hacia donde se encamina EEUU, tras el triunfo irrefutable de Donal J Trump para ser el presidente 47º (después de haber sido el 45º) de Estados Unidos de Norteamérica. Y lo hacemos de la mano del podcaster estadounidense de origen cubano Ernesto Acosta, desde el muy grande estado de Texas.

Hay cosas que no cambian. Que te señalen como rojo separatista es una de ellas. Y la verdad, no me preocupa. Creo que hacer un pódcast cotidiano es lo que tiene. Debes dejar salir tu verdad subjetiva, tus razones, tu razonable comprensión de las opiniones de otros (que algunas personas llaman buenismo) y, sobre todo, ser auténtico y no pretender tener más valor que tus propias palabras.