Bala Extra

¿Os imagináis a la cúpula de una banda terrorista definiendo y decidiendo cómo han de resarcir a sus propias víctimas y estableciendo las reglas de un proceso de reconocimiento del daño y de compensación? Algo así pretende la Conferencia Episcopal establecer en España para las víctimas de los abusos cometidos dentro de su seno o bajo su amparo. El victimario decidiendo cómo hacer con las víctimas para cerrar el proceso de agresión. Una fantasía llena de hipocresía, dolor y trauma para siempre.

La semana pasada titulaba un capítulo previo a la segunda vuelta de las legislativas del país galo como «Francia no me defrauda, por ahora». Y finalmente no lo ha hecho. Eso no dibuja un escenario ideal y exento de peligros. Un tercio de los votantes, diez millones, han votado a la extrema derecha fascista o posfascista. La cámara legislativa está dividida en tres (o más) y hay riesgo de que una unidad de acción de todas las ideologías contra la derecha radical se convierta en un caos. Pero no se viven tiempos en que lo complejo tenga soluciones sencillas. Eso es lo que definen los populismos en general y los de ultraderecha en particular y no, el mundo no es así ahora.

Tienes una tarjeta que llevas usando mucho tiempo. Lo haces a través de Apple Pay o Google Wallet. Pero un día necesitas usarla físicamente y el sistema te la rechaza. Eres víctima del caso del misterio del chip de la tarjeta bancaria. ¿Cómo solucionarlo?

Una nueva conversación de viernes con el Sr. Vampi. Asuntos pulmonares y de la vida en general. Una conversación que querrás no perderte.

Se declara la Independencia un 2 de julio, pero no había correo electrónico ni escáneres. 48 horas mágicas e ilusionantes mientras se imprimían 200 ejemplares de la declaración de independencia de los Estados Unidos de América. Dieciocho colonias iniciales que acabarían siendo el país más poderoso de la tierra envuelto en la bandera de la libertad. Un lugar lleno de oscuros que parece empezar a atisbar el final de 120 años de hegemonía mundial.

Su papel en la II Guerra Mundial es controvertido, con sus políticos , militares y buena parte de la población del lado fascista, incluso antes de la guerra. Pero con una resistencia republicana, representada por el general De Gaulle. Sabéis de mi afrancesamiento. Ahora basculan a la ultraderecha, pero vuelven a dar un ejemplo de antifascismo sus políticos. Allí sí hay lineas rojas. Por los principios republicanos en Francia son laicamente sagrados. Ojalá funcione. Por el bien de Francia y de toda Europa.