La taberna del Beagle

Volvemos con La Taberna del Beagle, ya en segunda temporada, con una doctora extra, la doctora en veterinaria Marta Castro. Y para darle la mejor bienvenida, nos acompaña a casa de un señor muerto. Rompemos la ventana y entramos. Lo que sucedió a continuación te sorprenderá.

En este mes tan especial para apreciar lo que la política puede o no puede hacer por mejorar nuestra calidad de vida, hemos querido dedicar el capítulo del mes a buscar correlaciones a algunos de nuestros avances sociales con nuestra salud en general y con nuestra esperanza de vida en particular. ¡Disfrútalo!

La cantidad de patrañas teñidas o no de ciencia que se ofrecen en el universo mundo, suele ser directamente proporcional a la instrucción o, incluso, inteligencia de quienes se las «tragan». O lo que es peor: pagan por ellas. Zahoríes, homeopatía, magnetoterapia, hoponopono y otras mancias más peligrosas de lo que parece. Más para temer que para reírse. Pero, ¿por qué no echar unas risas con ellas?

El trabajo es una causa de enfermedad, accidentes y mortalidad. Esto es algo que se sabe y sobre lo que empresarios, sindicatos y poderes públicos intervienen. En este noveno episodio de La Taberna nos vamos a fijar a un riesgo muy especial: el riesgo o los riesgos biológicos en nuestros trabajos. Nos enfrentamos a ellos más de 200 jornadas al año.

Desde que el mundo es mundo, uno de los mitos que acompañan a la humanidad es de la vida eterna o la inmortalidad (o ambas). Desde la Biblia hasta «Los inmortales». Pero donde una persona se la juega, es en los cromosomas.

Se dice que aumenta la resistencia a los antibióticos aumenta. Y que, quizás, algún día, las bacterias resistentes a ellos nos puedan hacer pupita. ¿Hacemos mal los tratamientos? ¿Los tomamos sin receta? ¿Cómo sería eso posible, si no se dispensan sin prescripción médica? ¿Qué papel juegan en todo esto el uso de los antibióticos en la cría intensiva de animales y la presencia de antibióticos en el medio ambiente?