Llegada a Irán, con el consiguiente impacto cultural seguido por la observación de las costumbres más básicas: cómo viven, las ciudades, las carreteras, la moneda. Y sueño, mucho sueño.
Otoño en Persia
Me he despertado en Isfahán
Sara amanece en Isfahán, una cuidad de casi dos millones de habitantes considerada como una de las más hermosas de Irán. Nos habla de cómo es viajar usando Couchsurfing y del conocimiento de la vida en Irán que le ha proporcionado precisamente su primer anfitrión.
Viviendo la noche iraní
Último día en Isfahán. Sara nos cuenta cómo, de puertas para adentro, la juventud iraní vive (o trata de vivir) una vida muy parecida a la occidental.
Os hablo desde Shiraz
Sara y David continúan su viaje por Shiraz, una de las ciudades más antiguas de Irán, muy monumental y con un gran acerbo cultural. Todo esto lo complementan con más cosas que han conocido de la vida de la juventud iraní, gracias a su anfitrión.
La chica de azul
Sara y David siguen en Shiraz y desde una de sus concurridas plazas nos cuentan cómo vive la gente en Irán, en sus calles, y cuáles son sus reacciones ante la inusual presencia de turistas. Y también, inevitable, nos hablan de la lucha de las mujeres para reivindicar sus derechos y el alto precio que tienen que pagar en ocasiones por ello.
Desde un tejado en Yazd
Sara y David están en Yazd ¡la cuna del aire acondicionado analógico! Y no es ésa la única maravilla que les ha deparado su estancia en la zona, ya que han podido visitar diversos monumentos de la religión zoroastrista. Quizá por ser su fundador, Zoroastro, nativo de la zona, estos monumentos han sobrevivido en un entorno tan hostil a las manifestaciones de otras religiones como es el Islám.