«Meet Kevin Johnson» es el octavo episodio de la cuarta temporada de Lost, 80 de toda la serie y fue emitido el jueves 20 de marzo de 2008. Sayid se enfrenta al espía que Ben tiene en el carguero y Ben presiona a su hija Alex para que lo libere del campamento de Locke, para sobrevivir al inminente ataque.
La historia de Michael se desarrolla a través de un extenso flashback. Tras haber salido de la isla con Walt, la culpa lo consume. Incapaz de lidiar con lo que hizo para salvar a su hijo, intenta suicidarse en varias ocasiones, pero siempre falla. En su desesperación, busca a Walt, pero su madre se niega a dejarlo verlo, argumentando que el niño ha cambiado y que tiene pesadillas constantes desde que regresaron. Rechazado y sintiéndose completamente solo, Michael intenta quitarse la vida de nuevo en un callejón, pero es interrumpido por Tom Friendly, uno de los Otros. Tom le explica que la isla no lo dejará morir porque todavía tiene una misión que cumplir. Más tarde, en la suite de un hotel, Tom le revela que el accidente del vuelo 815 fue un montaje orquestado por Charles Widmore, quien quiere encontrar la isla a cualquier precio. Para evitar una masacre, Michael debe infiltrarse en el carguero de Widmore bajo el nombre falso de Kevin Johnson.
Michael acepta la misión con la promesa de redención, pero una vez a bordo del carguero, comienza a dudar. Conoce a la tripulación, incluyendo a Frank Lapidus, Naomi y Miles, y se da cuenta de que no todos en el barco son mercenarios. Cuando recibe un paquete con una bomba, sigue las instrucciones para detonarla, pero en lugar de explotar, solo aparece un mensaje que dice «NOT YET» («Aún no»), indicándole que Ben nunca tuvo la intención de matar inocentes. Posteriormente, Ben se comunica con él y le ordena sabotear el barco sin causar muertes, desactivando la radio y los motores. Sin embargo, Sayid descubre la verdad y, furioso, lo lleva ante el capitán del barco, revelando que Michael es en realidad un sobreviviente del vuelo 815 y que está trabajando para Ben.
Mientras tanto, en la isla, Locke convoca una reunión y confirma que el grupo del carguero viene tras Ben. Sawyer propone entregarlo para evitar problemas, pero Ben advierte que su captura significaría la muerte de todos. Ante el peligro inminente, decide enviar a su hija Alex junto a Karl y Danielle al Templo, donde supuestamente estarán a salvo. Con un mapa en mano, los tres emprenden el viaje, pero en mitad del camino son emboscados. Karl recibe un disparo y muere al instante. Danielle y Alex intentan correr, pero Danielle es abatida por un segundo disparo. Aterrada, Alex se esconde detrás de un árbol, pero al ver que no tiene escapatoria, decide entregarse, levantando las manos y gritando desesperadamente: «¡Soy la hija de Ben!»
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