Capítulo 257 en el que voy a hablar de la tienda Apple Store Louvre, una de las primeras tiendas emblemáticas y que supuso la llegada de Apple a Francia. Continuaré con mis experiencias con Stage Manager en macOS, al que he dedicado una semana de trabajo. También te quiero contar unas interesantes novedades que se han anunciado para los usuarios de WhatsApp Business, y mi propia aventura en este terreno
Concluiremos el podcast con la sección de domótica donde te narraré el inesperado final del proyecto Arduino y su todavía más inesperado sustituto. También te hablaré del caos que ha asolado mi sistema Zigbee y cómo llevo su restauración.
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Esto es Weekly de EmilcarFM en su capítulo 257. Yo soy Emilcar y este es un podcast premium semanal para aquellos seguidores de EmilcarDaily que quieren más. Hoy es 7 de julio de 2023 y en este capítulo voy a hablar de la tienda Apple Store Louvre, una de las primeras tiendas emblemáticas y que supuso la llegada de Apple a Francia. Continuaré con mis experiencias con Stage Manager en macOS al que he dedicado toda una semana de trabajo. También te quiero contar unas interesantes novedades que se han anunciado para los usuarios de Whatsapp Business y mi propia aventura en ese terreno. Concluiremos el podcast con la sección de Domotika donde te narraré el inesperado final del proyecto Arduino y su todavía más inesperado sustituto. También te hablaré del caos que ha asolado mi sistema ZigBee y cómo llevo su restauración. Vamos a comenzar con el podcast de hoy, pero antes quiero saludar a los más recientes suscriptores de Weekly, Damián, Jordi y Rodrigo. Espero que vuestra estancia aquí sea tan larga como beneficiosa y entretenida. Y ahora sí, empezamos. Apple tenía programada la apertura de la que iba a ser su primera Apple Store en Francia para el sábado 7 de noviembre del año 2009. Se trataba de una tienda de lujo, una tienda de perfil alto, lo que hoy llamaríamos una Significant Store e iba a estar ubicada ni más ni menos que en las entrañas del Museo del Louvre, en el centro comercial llamado Carrousel del Louvre, que sigue abierto hoy en día y que alberga en torno al conocido museo un montón de tiendas. De hecho, conocemos o quizás recuerdes que el Louvre en la zona de afuera tiene como una pirámide de cristal que se deja acompañar debajo por otra pirámide inversa. La invitación de Apple para la apertura de la tienda era precisamente eso, una pirámide invertida compuesta por rombos y la imagen de fondo que estos rombos jalonaban eran ruedas de iPod de colores, seguramente de los modelos de iPod Nano que estuvieran vigentes en ese momento. La fachada de la tienda, como puedes ver ahora mismo si miras tu aplicación de podcast, voy a poner más fotos luego en Discord, pero aquí en el capítulo del podcast va a ir solo esta, que es la fachada. La fachada es una ventana, una ventana digamos de alta como las dos plantas que tiene el centro comercial y dos puertas estrechas a los lados. Coincidas conmigo, tanto si lo puedes ver ahora bien en tu aplicación de podcast como si luego lo ves más adelante en el grupo de Discord o lo que sea, que es como muy ridículo. Es como muy ridículo porque las puertas son muy pequeñas realmente y cuando entras además te hacen girar a la izquierda para que pases por delante del gran escaparate que tampoco es tan grande. Y es que la falta de tamaño, por así decirlo, la pequeñez de esta tienda es una característica muy significativa y además uno de los motivos que llevó a su cierre, finalmente. Primero tenemos una escalera de cristal, la típica escalera de cristal de Apple de aquellos tiempos. Una escalera de cristal con muchísima presencia que digamos que captura el ojo del visitante y conocemos ese tipo de escaleras porque Apple las ha puesto en diversas tiendas. En este caso es una tienda que parte de la parte baja de la tienda. He dicho que el Carrusel del Louvre es un centro comercial que ocupa dos plantas debajo de la línea cero, por así decirlo. Es el menos uno y el menos dos del museo. La entrada a la tienda de Apple está en el menos dos. Si tú quieres subir al menos uno tienes que hacerlo por esa escalera. Y resulta curioso que la entrada de esa escalera, es decir, la parte por la que tú entras no está justo a la entrada de la tienda. Es decir, si tú quieres subir la escalera tienes que entrar a la tienda, irte al otro extremo de la tienda y entonces ahí ya tienes la embocadura para poder subir a través de esa escalera. En esta tienda pues teníamos evidentemente dos Genius Bar, iPods, iPhones, mesas para cursos, software, accesorios, Macs, pues lo que había en las Apple Store en 2009. Voy a hablar un poco más de la escalera porque en aquel momento Apple tenía dos variedades de escaleras. Esta en concreto estaba soportada por una varilla de acero que le daba todo lo que acompañaba a la escalera en su camino en lugar de tener un soporte desde la base. Y ascendía hacia la derecha exactamente igual que la primera escalera de caracol que se instaló en la tienda de Osaka en Japón. Como digo, esto era normal en aquellos tiempos. En este tipo de tiendas tan extraordinarias los metros cuadrados estaban muy muy restringidos. Esta es una tienda que podemos decir que era más pequeña que la de Regent Street en Londres o que la tienda del Soho, que son clásicos ejemplos de tiendas dentro de edificios en dos plantas. Porque al final estén en el Museo del Louvre, estén en el menos uno y estén en el menos dos, pero la estructura de la tienda es la misma. Es decir, es una tienda de edificio dentro de un edificio y que tiene dos plantas. En ese sentido, por ejemplo, en el sentido de los metros cuadrados pasa lo mismo con Central Station, una de las muchas tiendas que tiene Apple en Nueva York. Ocurre lo mismo, muy emblemática, una ubicación ahí como en mitad de la estación, que si entro por aquí, que si no, como que si no tiene paredes, es una cosa muy psicodélica, pero al final lo que te encuentras son pocos metros. Es más, digamos, la conveniencia de que te encuentres este tipo de tiendas en el museo, en la estación, que realmente el rendimiento de ventas por metro cuadrado que puedan llegar a dar. He buscado un poco los archivos, he encontrado mucha información de Gary Allen, que en paz descanse, de su web IFO Apple Store y una gran parte de esta sección que os he traído está sacada de ahí. Y quiero citar expresamente porque lo que voy a contar ahora es típico de Gary Allen. Es decir, este tipo de información es una información que nadie más te daba en ese momento. Decía Gary Allen en ifoapplestore.com que el jueves por la tarde antes de la apertura, ya hemos dicho la apertura era sábado por la mañana, que en la tienda había como unos 40 empleados que ya llevaban las camisetas rojas que habían preparado para la inauguración. Sobre las 3 de la tarde entraron un ejecutivo de Apple, pues lo típico, aplausos, bailes, cantos, etc. Los ejecutivos estaban visitando la tienda con el personal. A las 5 entró otro grupo de personas a las que le sirvió champán y también le daban bolsas de Apple que llevaban cajas blancas en forma de pirámide que incluían la camiseta conmemorativa de la apertura. Cada vez que Apple abre una tienda, pues hace una camiseta. La camiseta generalmente suele ser muy sencilla. Es una camiseta negra que pone en el pecho una manzanita y el nombre de la tienda y ya está. No sé cómo serán ahora, pero antes eran así y muy pocas tiendas tenían una camiseta especial o algo especial. Una de ellas fue la de Paseo de Gracia en Barcelona y otra pues fue esta, donde la cajita donde te dan la camiseta, que generalmente era una cajita cuadrada, pues en este caso era una cajita con forma de pirámide. Dentro de los que estaban haciendo esta visita estaba el entonces vicepresidente de Retail, Ron Johnson, que apareció con el director internacional de tiendas, que era su segundo en el mando, que era mi primo, mi primo Steve, Steve Cano. No es una tontería, es que el hombre se llamaba así. Luego también estaban ahí los arquitectos y otros miembros del departamento de tiendas y de Apple Store y todo este tipo de historias. Gary Allen, que era un apasionado de las tiendas, decía que decir que esta tienda era espectacular o que estaba en un lugar prominente que era quedarse corto. Era una tienda que realmente marcaba una sutil diferencia. Entonces sí, ahora con las tiendas que está haciendo Apple en Asia, esa bola de cristal gigante flotando en el mar y esos auténticos disparates que vemos en todas partes, tiendas con árboles y con bosques y con lagos dentro y todo ese tipo de movidas, pues ahora esta tienda se nos antoja como muy ingenua, pero sin duda un paso necesario en la historia del diseño de las Apple Store dentro de lo que es esta compañía. Dice, decía Gary Allen, que encajaba muy bien dentro de lo que era el entorno del museo, con muchos elementos comunes a otras tiendas del museo, pero que seguía siendo parte de Apple y que de alguna forma se las ha arreglado para llevar algo de Apple a otra parte más del mundo. Las típicas declaraciones de los ejecutivos de Apple, tenemos a Ron Johnson diciendo, estamos muy contentos de ampliar la experiencia de la Apple Store en Francia. La nueva tienda se encuentra debajo de la famosa pirámide del Louvre, en el carrusel del Louvre. Este es el lugar para ir, este es el lugar ideal para ir de compras, entrenar, aprender en los cursos de Apple y desarrollar ideas. Durante algunas de las entrevistas que hiciera durante esos días, llegó a comparar esta tienda, por lo simbólico, con la tienda de la quinta avenida, con la famosa tienda del cubo de cristal. Y no sabría yo qué decir, porque claro, siempre que pensamos en esto, en el museo del Louvre, pensamos en la pirámide invertida, pero es que no es tan así la cosa. Quiero decir, efectivamente la tienda está enfrente de la pirámide invertida, es decir, está cerca, está muy cerca, de hecho hay por ahí algunas fotos donde puede ver el reflejo de la pirámide invertida contra ese gran escaparate de la tienda, pero para mí no es tan icónica, porque si tú miras ahora mismo solo la foto que tienes delante de ti en el teléfono, si estás escuchando el podcast en el teléfono, la foto que he puesto en la aplicación de podcast y ves la fachada de la tienda, pues bueno, yo te estoy contando todo esto y tú a lo mejor recuerdas y te estoy contando y le puedes dar contexto, pero la fachada en sí no dice mucho, realmente, yo entiendo que tenían muchos compromisos a la hora de hacer esta tienda, para ello tuvieron que alquilar dos locales, no es un local, son dos locales unidos, pero realmente aunque el escaparate es majestuoso, pero las dos puertas dejan mucho que desear y yo realmente, pues hombre, Ron Johnson estaba emocionado, pero yo no lo hubiera comparado con la tienda de la Quinta Avenida ni muchísimo menos. Esta tienda tuvo mucha importancia en su momento porque fue usada por Apple como pruebas piloto para muchas cosas, como por ejemplo el sistema de pagos basados en iPod Touch, que es algo que, bueno, pues ahora mismo ya está muy superado, pero que incluso en las tiendas de España esos iPod Touch para cobrar han estado vigentes hasta hace no muchos años. Luego después también la implantación de Easy Pay, que es ese método mediante el cual tú con tu teléfono y con tu aplicación de App Store te coges una carcasa, la escaneas, la apagas y te vas por la puerta, así sin más. Yo siempre he pensado que en algún momento me van a pegar un tiro en la rodilla, pero bueno, de momento no ha ocurrido. También en la tienda del Louvre fue uno de los pocos sitios donde, una de las pocas tiendas de las pocas Apple Store donde estaba el Apple Watch Edition original, es decir, el Apple Watch de oro que se apagó Apple como primera generación en 2015. También buscando toda esta información me ha costado, pero he encontrado el número de la tienda, que es la tienda R276. Os recuerdo que las tiendas de Apple pueden tener, y las puedes poner un nombre por su fecha de apertura, pero luego tienen otro nombre, que es el nombre por el cual Apple las conoce y las cataloga internamente, que es el número R, R de Retail. Y ese número R significa el momento en que la tienda fue ideada, en el momento en que Apple empezó a planificar la tienda. En este caso R276 es un número bastante bajito y curiosamente es un número que está muy cerca de la siguiente gran tienda que Apple abrió en Francia, que fue la tienda de ópera, que sigue abierta hoy en día y que se abrió algo menos de un año después, en julio de 2010, con el número R277. Curiosamente también, a los pocos días de abrir esta tienda, Apple abriría otra. Esta fue el día 7 y Apple abrió otra el día 14. Os recuerdo que en España ocurrió lo mismo. Abrieron la maquinista un sábado y al sábado siguiente abrieron la siguiente en Madrid, que no me acuerdo de cuál de las de Madrid es, pero vamos, que este tipo de aperturas en pareja eran habituales por parte de Apple. Bueno, pues esa tienda que abrió la semana siguiente es la tienda Odiseum y tiene el R367, es decir, que fue una tienda ejecutada mucho más rápido que esta del Louvre. Esta tienda de Odiseum, por cierto, es una tienda muy conocida por los catalanes en concreto. ¿Por qué? Porque está en Montpellier, que es una alcalía de Francia, que está relativamente, vamos a no pasarnos, relativamente cerca de la frontera, con lo cual era un sitio elegido por muchos catalanes para irse allí a comprarse el iPhone cuando el iPhone se lanzaba en varias rondas y España no estaba en la primera ronda, es decir, podía salir, por ejemplo, la semana del, imagina, del 20 de septiembre saldrá en no sé cuántos países y España iba dos semanas después o algo así, ¿no? Esto era muy habitual al principio y yo sé que muchos fans de Apple viajaban hasta Montpellier desde Cataluña para poder comprarse allí el iPhone. Como ya he anticipado al principio, esta tienda cerró, esta tienda del Louvre cerró el 27 de octubre de 2018, casi nueve años después de su apertura, y lo hizo anticipándose a la apertura de una nueva tienda, la tienda de los Campos Elíseos, una tienda que se abriría el 18 de noviembre, es decir, muy pocos días después. Esta tienda pues es una tienda mucho más grande, mucho más espectacular, una tienda donde Apple puede implementar todas las nuevas zonas que quieren tener las tiendas, los nuevos diseños brillan allí y pues evidentemente, como ya he dicho, el pequeño tamaño de la tienda del Louvre acabó por condenarla porque, pues sí, muy significativa, muy importante, pero Apple no puede crear allí más. O sea, no puede mejorar, no puede implantar sus nuevos diseños en esa tienda, que no lo puede hacer tampoco en las tiendas de centro comercial, evidentemente, pero da un poco igual porque ya están calificadas como de centro comercial. Esta, aunque estaba en un centro comercial, pues era considerada como algo más, ¿no? Y Apple pues quería tener una tienda realmente significativa en París y ahora la tiene, bueno, aparte de la de Opera, evidentemente, ahora la tiene con la de los Campos Eliseos. Cuando se abrió esta tienda, evidentemente, todo el personal de la tienda del Louvre fue trasladado allí con muchísima más gente, pues porque es una tienda mucho más grande y que requiere de muchos más trabajadores. Esta época de la apertura del Louvre, de la tienda de Montpellier, de la tienda de Opera, fue una época mágica para los franchutes, unos años preciosos realmente para la expansión de Apple en Francia, ¿no? Os voy a cantar las aperturas. Dos tiendas, las dos que hemos citado en 2009, tres en 2010, cuatro en 2011, seis en 2012 y aquí la caída, solo una en 2013, dos en 2014 y finalmente dos en 2016 y la citada de los Campos Eliseos en 2018. Solo esta del Louvre se ha cerrado, no es un cierre, realmente es un traslado, pero hay muchas tiendas que se trasladan, pero esta evidentemente, al ser tan significativa, al ser tan importante, sí la vamos a considerar como cierre porque, aunque pequeña y muy sujeta a los patrones antiguos de diseño, desde luego es una tienda que es emblemática y que siempre será parte de la historia de Apple y parte del recuerdo para todos aquellos que amamos las Apple Store. Creo que ya os comenté hace un par de capítulos que Viticci, de Mac Stories, había estado hablando muy bien de la funcionalidad de Stage Manager en la beta de iPadOS 17, ¿no? Decía que muchos de los grandes problemas que tenía esa funcionalidad se habrían resuelto y que estaba muy muy contento. Una cosa que se nos olvida, o al menos que a mí se me olvida, es que tenemos Stage Manager en el Mac. Esto es algo que también vieron en la versión anterior del sistema operativo y yo tengo la sensación de que es algo muy poco usado porque, si bien en el iPad es un recurso valioso a la hora del problema de enfrentarte a trabajar con varias ventanas de varias aplicaciones, en el Mac no diré mucho sentido. En el Mac donde tenemos libertad para hacer todo esto y donde además tenemos aplicaciones de terceros como Magnet, por ejemplo, para mover arriba y abajo las ventanas y todo lo que queramos, pues la verdad es que la presencia de Stage Manager no es muy interesante. Yo lo estuve probando en mi anterior Mac y, por lo que sea, en este actual Mac funciona mucho mejor. Te recuerdo que yo vengo de un MacBook Pro 16 pulgadas i7 Intel, que no está cojo, y ahora tengo un MacBook Pro 16 pulgadas M2 Pro. Entonces he estado esta semana, casi todos los días, digo casi todos los días porque hay muchos momentos en los que no me enteraba bien y lo tenía que desactivar, pero bueno, casi todo el tiempo he usado la función de organizador visual que se llama en español. Es que además está en el Mac, está como medio escondido y tampoco tienes claro lo que está pasando. Eso hay que reconocerlo, eso es así. Entonces, ¿qué es lo que nos encontramos? Pues después de todo este tiempo de usarlo, a mí me ha dado la sensación de lo que Apple intenta crear aquí son una especie de espacios dentro de los espacios. Vamos a recordar que los espacios, bueno, los escritorios, vamos a hablar con propiedad en español. Tú puedes tener en el Mac diversos escritorios y yo por ejemplo tengo ahora mismo, tengo el portátil cerrado y tengo cuatro, mis cuatro escritorios. Uno tiene fondo verde, otro amarillo, otro rojo, como el semáforo, y luego hay un cuarto que tiene fondo violeta y cuando esto lo tengo en el portátil abierto y hay un monitor externo, ese monitor externo es azul. Con este código de colores yo puedo saber siempre en qué escritorio estoy. Aparte desactivé, que ya lo contamos aquí en su momento, la funcionalidad de que el Mac reordenará los escritorios, sino que yo los quiero tener siempre fijos para saber dónde tengo que ir cada vez que quiera encontrar una cosa. Bueno, pues vamos a imaginar que los escritorios no existen porque, claro, nosotros hemos estado viendo Stage Manager como una forma más o menos de tener varias ventanas o de tratar de tener varias ventanas o de funcionar con varias ventanas en el iPad, pero vamos a pensarlo en el Mac de otra forma. Vamos a pensar que no tenemos escritorios, que tenemos un único escritorio y en ese único escritorio pues tenemos abiertas varias aplicaciones. Esas varias aplicaciones que están abiertas, para mostrarnos que están abiertas, se van a quedar en una ventana pequeñita en el lateral izquierdo. Vamos a ver ahí unas ventanas pequeñitas flotando que se van a poner así como oblicuas y donde se va a ver también el icono de la aplicación. Yo, por ejemplo, en este momento tengo delante de mí.una ventana de los ajustes del sistema y a la izquierda tengo una ventana pequeñita de software, una ventana pequeñita de la aplicación de PDF, otra ventana pequeñita de Canva, otra pequeñita de Obsidian y otra pequeñita de Hindenburg. Yo tengo aquí esta ventana, como he dicho, de los ajustes del sistema y para los que no hayáis trasteado con esto, si yo ahora me voy a la izquierda y hago clic en la aplicación de PDF, pues esa aplicación en PDF se me pone en primer plano y la que tenía abierta hasta ahora se vuelve a su sitio. Se vuelve a su sitio y se vuelve a esa esquinita, a ese lateral donde están todas las ventanas en pequeño. Esta ventana que yo tengo aquí, yo la puedo mover como quiera. ¿Qué es lo que pasa? En todas las capturas que vemos y en todo lo que vemos hacer a la gente, estas ventanas nunca están maximizadas. Para mostrar evidentemente que estoy funcionando con Stage Manager en el Mac, se tienen que ver las ventanitas de la izquierda flotando. Si yo cojo esta ventana de la aplicación de PDF, de PDF Expert y lo que hago es ponerla, no a toda pantalla con el botón verde, sino maximizarla a la vieja usanza, estirando las esquinas hasta que lo cura todo. ¿Qué es lo que va a ocurrir? Lo que va a ocurrir va a ser que esas ventanitas flotantes van a dejar de verse y yo voy a perder un poco la noción de que estoy con Stage Manager activado. No obstante, si yo llevo el ratón hacia la izquierda, esas ventanitas flotantes van a salir. Ya no van a estar oblicuas, sino que van a estar frontales, pero van a salir, van a seguir ahí. Por eso, Stage Manager parece que nos quiere hacer vivir en un mundo de ventanas que no están puestas a su máximo tamaño. Y esto a mucha gente no le gusta. Yo me he esforzado un poco a esto. Es decir, he estado trabajando tanto en la pantalla de 16 pulgadas, como en la de 24, como en la de 17, en unos tamaños de ventana suficientes para que siempre se viera todo el entorno del escritorio y suficientes para que siempre se vieran las ventanitas flotando a la izquierda. ¿Cómo es esto? Pues solo tienes que mirar en tu teléfono y ver la captura de pantalla que he puesto ahí como imagen del capítulo. Vas a ver una ventana de Canva, que no está ocupando toda la pantalla, pero si ocupa una parte importante, pero lo suficiente como para que se vea el doc, para que se vea el escritorio y para que se vean las ventanas que están ahí flotando en el lado. ¿Vale? Si lo miras ahí, aunque se vea pequeñito, vas a saber perfectamente de qué estamos de qué estamos hablando. Otra de las características cuando estás en este modo es que no ves los iconos del escritorio. A ver, miento. Puedes activar la opción para verlos, pero su opción natural es que no se vean. Si yo quiero ver lo que tengo en el escritorio, lo que hago es, en cualquier momento hago clic sobre el escritorio, la ventana que yo tenía abierta adelante desaparece y entonces ya veo el escritorio y puedo manejar los archivos o las carpetas que hay en él. Pero vamos a seguir trabajando en esto. Vamos a intentar no ver esto simplemente como una forma más o menos cool de tener ventanas minimizadas, porque al final es eso. Si yo tengo Canva abierto, me voy a este lateral de la izquierda, le doy clic a Obsidian, la ventana de Obsidian se abre, la otra se mete a la izquierda. Realmente como si estuviera maximizando y minimizando ventanas, solo que de una forma más o menos automática. Pero vamos a no pensar en esto. Vamos a ver, ahora mismo que yo tengo aquí Obsidian abierto, en vez de hacer clic para irme a Hindenburg, voy a coger clic, voy a hacer la ventana de Hindenburg, le voy a hacer clic y la voy a arrastrar y la voy a soltar sobre la de Obsidian. Y ahora resulta que acabo de crear como una especie de espacio, una especie de espacio aquí donde yo puedo tener dos ventanas juntas. Y cuando yo ahora haga clic en cualquiera de las otras ventanas que tengo a la izquierda, voy a hacer clic en Canva, ahora las dos ventanas que yo tenía abiertas de Hindenburg y de Obsidian se quedan minimizadas juntas a la izquierda y he creado como un espacio. Con lo cual de esta forma lo que yo estoy pudiendo crear son espacios sobre la marcha. Y digo sobre la marcha porque claro, los espacios, los escritorios siguen teniendo una funcionalidad muy interesante y es que yo puedo forzar la apertura de las aplicaciones en cada uno de ellos. Sin embargo, todos los apaños que hago aquí los hago sobre la marcha. Si yo cierro Hindenburg y yo cierro, bueno Hindenburg no lo voy a cerrar porque lo estoy grabando ahora el podcast, pero si yo cierro Obsidian, acabo de cerrar Obsidian y vuelvo a abrir Obsidian, Obsidian se va a abrir con una aplicación independiente dentro de Stage Manager. No se va a abrir junto con Hindenburg como yo la tenía antes. Yo puedo arrastrar y forzar y que aparezcan juntos, pero no funciona de forma automática y eso para mí es muy importante. Es decir, yo tengo, como he dicho, tengo mis cuatro escritorios y tengo muchas de las aplicaciones básicas indicadas por cada escritorio. Por ejemplo, el escritorio amarillo que es el escritorio número 2, ahí están todas las aplicaciones de mensajería. Ahí está Teams, ahí está WhatsApp, ahí está Discord, ahí está, aunque no sea lo mismo, Twitter, ahí está Ivory, ahí está Telegram, mensajes, no sé si lo he dicho ya, todas esas están ahí. En el escritorio número 1, en el escritorio principal, pues ahí tengo Safari, tengo la aplicación de correo principalmente y bueno, pues ahí generalmente también suelen estar el Excel y el Word. Y en el escritorio 3, el que está en rojo, ahí es donde suele estar, por ejemplo, Omnifocus, es donde suele aparecer también Devoncink. Y luego en el escritorio 4, el escritorio que está en violeta, es el escritorio para mí, digamos, mi espacio de grabación de podcast. Obsidian y Hindenburg se abren aquí automáticamente. Luego hay muchas veces que estoy escribiendo guiones en Obsidian y requiero tener al lado la ventana de Safari. Bueno, pues me voy a ese escritorio, la pincho y la traigo aquí. Pero cuando yo cierre esa ventana, la próxima vez que se abra Safari, se va a abrir de nuevo en su sitio. Todo esto es porque yo estoy muy mal de lo mío, evidentemente. Pero este sistema de Stage Manager, de organizador visual, te permite sobre la marcha crear una serie de escritorios y sobre todo tenerlo mucho más a mano. Porque yo ahora mismo tengo que hacer, digamos, un salto de fe para decirte lo que tengo en el escritorio 1. Si yo uso los gestos del Mac para que me muestre todas las ventanas que tengo abiertas en este escritorio y para que me muestre todos los otros escritorios, yo puedo ver en pequeñitos las ventanas que hay en los otros escritorios, pero yo no sé lo que hay. Lo puedo intuir, pero no sé lo que hay. Sin embargo, si yo estoy en un único escritorio y me he ido montando y emparejando mis aplicaciones a la izquierda del organizador visual, siempre las tengo ahí a mano. Vamos a imaginar que yo estaba, estoy, no, esto no se hace. Esto no se hace lo que voy a decir ahora. Estoy haciendo multitarea. Venga, estoy. Voy a grabar un trozo de Weekly y luego sigo haciendo contabilidad, por ejemplo, de Unity Abache. Entonces, yo tengo, digamos, en el organizador visual, en el Stage Manager, tengo en un grupito Hindenburg y Obsidian para grabar el podcast. Y luego tengo en otro grupo, por ejemplo, dos ventanas de Safari o una ventana de Safari y otra de Firefox, por ejemplo, por parte de dos aplicaciones. Entonces, cuando termino aquí, hago clic ahí y me cambia todo. Me cambia, digamos, mi juego de trabajo, que es el equivalente a cuando yo, usando también los gestos del Trap Pack, cambio de un escritorio a otro. También estoy cambiando mi entorno de trabajo. Quiero decir, después de todo esto, que yo por supuesto voy a seguir usando escritorios, pero que me ha gustado mucho el haberle dedicado un rato al organizador visual, al Stage Manager. Y le he encontrado cosas muy interesantes. Incluso en un momento dado, que yo tenga muchas aplicaciones abiertas en uno de los escritorios, puedo usar Stage Manager para agrupar esas aplicaciones entre sí y que me sea más fácil trabajar. Lo único que he hecho de menos realmente, y quiero ver si se puede conseguir, es un atajo de teclado. Es decir, que yo pueda activar y desactivar Stage Manager a voluntad. Como digo, está un poco escondido. Te tienes que ir a los ajustes del sistema, escritorio y doc, y ahí una de las muchas opciones que aparece es organizador visual. Y ahí lo activas y lo desactivas y lo puedes personalizar, diciéndole que quiere ver también aplicaciones recientes, sí o no, que quiere ver o no los ítems del escritorio y que quiere mostrar la ventana de una aplicación a la vez o de una en una. Esas aplicaciones recientes es para que se muestren las ventanitas de la izquierda. Sin eso, realmente no tiene sentido Stage Manager ninguno, ¿no? Bueno, sí lo puedes hacer con Comando Tab, pero vamos, te volverías loco. No sé si hay forma de ponerle un atajo de teclado, pero desde luego, si la conoces, me encantaría conocerla porque en el día a día me surgen muchos momentos en los que sí lo quiero tener activado y otros en los que no. Y un atajo de teclado sería lo ideal para terminar de potenciar mi productividad en el Mac usando Stage Manager. Bueno, ya sabes que últimamente estoy hecho un fan de WhatsApp, un whatsapita sería. ¿Por qué? Pues porque me parece que están apretando desde hace ya mucho tiempo, están apretando mucho el acelerador en muchas funcionalidades de una forma magistral. Fíjate que esto, insisto, que desde hace cierto tiempo porque los primeros meses, no sabría decir si incluso el primer año o puede que algo más, de propiedad de WhatsApp por parte de Meta fue muy movilista. Y todo el mundo, bueno, todo el mundo, la prensa especializada se quejaba de eso. No se quejaba, se refería. Es decir, ¿cómo es posible tener una plataforma con el potencial que tiene WhatsApp y no estar ahí? Dale que te pego. Bueno, pues finalmente se han puesto a ello. Y sabes que aquí en Weekly y también en el Mail Card Daily, de forma continua, refiero las novedades de WhatsApp. Y hoy vengo a traer un par de novedades de WhatsApp Business en concreto. Y es que Mark Zuckerberg ha anunciado que se van a poder contratar campañas de anuncios en Instagram y Facebook por parte de usuarios de WhatsApp Business sin necesidad de una cuenta de Facebook. Esto es importante porque esto es algo que ya se puede hacer ahora. Es decir, hay que dejarlo claro. Tú puedes crear como usuario de WhatsApp Business una campaña de publicidad en Instagram y Facebook, pero en el segundo paso te pide que hagas login con tu cuenta de Facebook, que es exactamente igual lo que ocurre con Instagram. Yo a veces en Instagram hubiera promocionado, hubiera pagado por post anunciando algún capítulo especial de algún podcast o Weekly o Mail Card Daily Premium o lo que sea. Pero siempre te encuentras con que para poner un anuncio en Instagram no te basta con tener una cuenta de Instagram, sino que tienes que tener una cuenta de Facebook y yo pues la verdad es que no estoy dispuesto. Esto evidentemente faculta, permite que muchas empresas lleguen a muchos clientes potenciales. Realmente quitar de medio la cuenta de Facebook es algo que no sé cómo han tardado tanto en hacerlo, porque es una medida, es una medida pro, es una medida profesional. Oiga, si yo soy una empresa, un negocio, ¿por qué tengo que tener yo una cuenta de Facebook? No lo entiendo. ¿Por qué me obliga usted a tener una cuenta de Facebook? Además, para pagarle yo a usted por publicidad. Bueno, pues esto lo han quitado. Esperemos que también lo hagan tarde o temprano para Instagram, que los usuarios de Instagram, que queramos, podamos contratar campañas de publicidad sin necesidad de tener una cuenta de Facebook. Y de esta forma, pues como digo, esto se hará mucho más fuente. Piensa en el usuario tipo, o en el usuario que quiere Facebook o que pretende, meta, vamos a ser exactos, que use WhatsApp Business, fundamentalmente negocios locales. El potencial de WhatsApp Business para los negocios locales es brutal y muchas veces los negocios locales, pues obviamente conocen lo que es Facebook, evidentemente conocen lo que es Instagram, evidentemente conocen el potencial de ambas redes sociales para anunciar sus productos, pero no pueden o no quieren tener perfiles allí. ¿Por qué? Pues porque al final tener un perfil en una red social, siendo una empresa, siendo un negocio y que ese perfil no esté en forma, lo que hace es que habla mal de tu empresa. Entonces, Frutería Martínez no tiene por qué tener una cuenta de Instagram y estar todo el día poniendo fotos de pomelo ahí ni nada de eso. Claramente y mucho menos una cuenta de Facebook, tener una página de Facebook, mirar, mirar mis hermosos melocotones y ninguna movida de estas. Entonces, pues para esta gente que sí quiere estar ahí, porque claro, tienes todo el perfilado, la localización, la edad y el potencial es tremendo. Y bueno, pues ahora va a poder hacerse así. Luego también ha anunciado Zuckerberg que se van a poder crear campañas de anuncios pagados dentro del propio WhatsApp. Anuncios que podrás enviar a todos tus clientes a través de este medio y serían pues promociones personalizadas, mensajes de estos que te llegan de hola José Antonio y todo este tipo de cosas, recordatorios, eventos, rebajas, horario de vacaciones, usando plantillas donde incorporas un campo para poner el nombre de la persona. En fin, no sé hasta qué punto sería de complejo. Imagínate un negocio que tiene, por hablar en local, que tiene tiendas en Murcia y en Cartagena. Y si es capaz de crear una plantilla donde ponga hola Mariano, nuestra tienda de Murcia abrirá el próximo domingo festivo de tal fecha a tal fecha. Y que luego, en vez de Mariano, a Mari Carmen le pudiera enviar eso poniendo la tienda de Cartagena, que es donde ella se apuntó, donde ya está la base de datos. Bueno, insisto, potencial también muy vasto y son funcionalidades que van a comenzar pronto a desplegarse a todos los usuarios de WhatsApp Premium. Y bueno, aprovechando que el pisuerca pasa por Valladolid, me he creado una cuenta de WhatsApp Business. ¿Por qué? ¿Qué necesidad tengo yo de eso? Ninguna. ¿Qué es lo que ocurre? Yo tengo, como ya he contado muchas veces, dos líneas de teléfono en mi móvil. Una tarjeta SIM física con mi número personal y una eSIM con el número de teléfono del trabajo, que además es mi único teléfono del trabajo. Yo no tengo fijo. Entonces yo hasta ahora he advertido a la gente, este es mi teléfono, me puede llamar, pero no WhatsApp. Y claro, si yo quiero tener WhatsApp en ese número, teniendo un iPhone no tengo otra forma de hacerlo que instalándome la otra aplicación de WhatsApp, que es WhatsApp Business. Es decir que yo ahora mi línea de teléfono del trabajo la voy a tener por fin en WhatsApp. La voy a tener en la aplicación de WhatsApp Business. No voy a hacer uso, seguramente, vamos, seguramente, de todas esas características maravillosas, no ya estas que he contado, sino todas las que tiene, pero va a ser una forma, digamos, de poder usar WhatsApp para comunicarme con clientes y proveedores. Me lo he pensado mucho, porque es muy esclavo, pero a veces, ¿sabes lo que pasa? Yo trato con muchos promotores. El promotor, el propietario del suelo, etcétera, constructor, es mi cliente tipo. Pero en los procesos urbanísticos que yo estoy desarrollando todavía hay muchísimos proveedores particulares. Hay sectores donde puede llegar a haber fácilmente 50, 90, 100 proveedores particulares. Mucha de esta gente, por supuesto, tiene email. Es más difícil tratar con ellos, porque el proceso urbanístico es una chingada, realmente. Y muchas veces te dicen, no, yo te lo mando por WhatsApp. Pues no, por WhatsApp no puede ser. Entonces tienen que buscar un sobrino, un nieto, un primo, que me lo manden por email. Y no pasa nada. Pero en referencia a esta gente, que bastante tiene, con lo que tiene, creo que ha sido buena idea el crearme esta cuenta en WhatsApp Business. Yo supongo que para ellos va a ser de cierta forma transparente. Y bueno, si alguno de vosotros tiene ya experiencia con WhatsApp Business y cree que hay funcionalidades que me pueden servir en el desempeño de mi trabajo, pues aquí en la comunidad de Discord soy todo oídos. Bueno, pues el proyecto Arduino ha fracasado. Esa es la conclusión a la que hemos llegado mi tío y yo después de hacer varias pruebas. Lo último creo que os dije que con el dispositivo montado íbamos a ponerle un cargador de cuatro pilas convencionales, porque parecía que con tres se quedaba la cosa floja. Y pues finalmente ha fracasado. Él ha estado midiendo el consumo de todo el sistema y evidentemente es un consumo que hace que, sin en ningún momento encender la luz, cosa que en esta casa mía estoy hablando… bueno, voy a recapitular un poco. Una cajita de plástico que es una luz que pone On Air, que la tengo pegada en la puerta del estudio y la idea era con un Arduino dentro poder domotizarla. El control por domotización exitoso, con una suscripción a Arduino Cloud, todo perfecto, pero hay un problema de alimentación, como digo. Y es que la Wi-Fi del Arduino consume muchísimo. Ese es el problema. Sin estar, sin en ningún momento encender la luz, todo el pack nos consumía las cuatro pilas pasados dos días y medio. Si encima le enciendes la luz en algún momento, insisto, mínimo 15 minutos al día en esta casa, pues ya para qué contarte. Así que bueno, pues la idea es que eso está muy bien, pero está muy bien para hacer un dispositivo de sobremesa que lo puedas enchufar y lo puedas alimentar de otra forma, pero en ningún caso con pilas. Entonces le he dicho a mi tío que me revierta el chisme a su estado original, es decir, vamos a dejarlo tal cual vino de la tienda, una luz que enciendes a mano con un botón que tiene tres pilas en un compartimiento de atrás y que con esas tres pilas pues tiene para toda su vida. Pero no van a cesar aquí mis propósitos de domotizar este sistema y he pensado que una forma interesante de hacerlo es con un SwitchBot. ¿Qué es un SwitchBot? Bueno, pues un SwitchBot es un ingenio que podríamos calificar sin duda de ridículo, pero es que es más, cuando te vas a su página web y quieres ver el vídeo de demostración que hacen, que además están ellos súper serios en el vídeo y con unas imágenes así, como dándole como un tono más serio es todavía más ridículo. Es una cajita, una cajita blanca, pues del tamaño un poco más de la superficie que ocupa un Apple Watch y algo más alta y en un momento de esa cajita sale un mini brazo y clic y acciona allí donde lo pongas. Así como cosas ridículas se usa mucho pues por ejemplo para encender el área acondicionado en estas casas donde no hay un sistema centralizado ni que se puede domitizar, sino que hay un control que está en la pared en algún sitio y alguien tiene que levantarse a darle. Pues tú le pegas un SwitchBot ahí y luego pues a través del móvil haces que salga el bracito pequeño dentro del SwitchBot y le des al botón. También ellos mismos lo ponen increíblemente ridículo en sus vídeos pegado a una Nespresso, también menos ridículo y mucho más práctico pegado a un dispensador automático de comida para gatos. Vete por ahí que te vas de vacaciones, te dejas el gato en la casa pero alguien le tiene que echar a comer. Entonces pues pones un SwitchBot en el dispensador y o bien lo programas o bien tú lo accionas o lo que sea. Es decir que es ridículo pero tiene tiene su utilidad. Además la gente de SwitchBot tiene varios dispositivos, no sólo este que es el SwitchBot Bot, que es un poco redundante, pero vamos a ver por qué. Ahora os cuento. Tienen varios dispositivos, como digo, tienen para cortinas y es un chisme como con dos pequeños bracitos que van por el palo de la cortina yéndose para un lado yéndose para otro. Absolutamente demencial. Y aquí tienen otro que no sé lo que hace, se llama SwitchBot Blind Tilt, que no sé para qué es. Pero bueno, ellos lo tienen aquí. Aunque yo no sepa para lo que es, ellos lo tienen igualmente. Tienen un montón de accesorios y tienen sus hubs. Claro que esta es la pega. Ah, sí, sí, el blind este es para las cortinas estas de lamas, que para abrirla y bajarla tienes que girar el…el mandito. Muy interesante, por mucho que yo me ría, la realidad es que estos tíos domotizan cosas que, como son cosas que vas a accionar físicamente, no tienen manera de domotizarlas. Entonces, bueno, esto tiene su sentido. Cuando se lo conté a mi tío se partía de la risa, porque claro, él se le recordaba estas cosas de los cómics, los dibujos animados, que le das a un botón y de pronto sale una mano con un martillo y el martillo apaga el despertador, ¿no? Pegándole un martillazo. Bueno, pues más o menos esto, este SwitchBotBot, es lo que me vendría a solucionar la cosa. Lo podría pegar sobre la propia caja, en mi caso quedaría bastante camuflado y simplemente ya queda ver la forma de accionarlo para que le dé al botoncito cuando llegue el momento de grabar. ¿Qué es lo que pasa? Que esto es caro. Esto es caro. Si entras aquí a la web de ellos, que es SwitchBot en Google, no tienes perdida, y te quieres comprar el SwitchBotBot, te ves que te cuesta 30 pavos, que no es que sea mucho, pero tampoco es poco. Y luego aparte te dice que lo tienes que comprar con el Switch si es que quieres hacer algo en la distancia. Y ambas cosas, en una oferta especial que te hacen, se te quedan 52 euros. Amicus meus. Entonces, ¿qué es lo que pasa? Pues he intentado ingeniármela, así voy a ver si lo consigo. Para empezar, los 30 euros más gastos de envío se quedan por encima de los 35 euros envío incluido por el cual te lo vende Amazon. Así que me lo he comprado en Amazon. Ya me lo he comprado el SwitchBotBot y me llega el próximo sábado. Para continuar, el Switch que ellos te venden, el Hub, perdón, que ellos te venden, solo es necesario si tú vas a querer hacer acciones exteriores. ¿Por qué? Porque este chisme es Bluetooth. Entonces si tú estás en tu casa y tienes tu teléfono y te instalas tu aplicación, tú no necesitas a nadie más. Otra cosa ya es que lo quieras incorporar a tu sistema domótico y hacer el pinopuente, pero de momento no necesitas nada más. ¿Qué he hecho yo entonces? Pues me he ido a Homebridge, que es el que hace el corazón de mi sistema domótico, realmente el que hace que todas las cosas que tengo y que se me ocurren sean compatibles finalmente con Home, con casa, sin necesidad de Matter, ni de actualizaciones, ni de demasiados Hubs, y he encontrado que había un plugin que se llama Homebridge SwitchBot Bluetooth Platform. ¿Qué es lo que hace esto? Pues usando el Bluetooth que tiene la Raspberry Pi, se conecta con el SwitchBot y luego a partir de ahí me lo ofrece en Home. Maravilloso. Lo he instalado para ver si realmente era así y efectivamente. Ahí aparece un cuadro de configuración para yo poner en los datos de ese bot, de ese SwitchBot bot que ya me habré comprado, y de esta forma a través de Homebridge puedo hacer llegar este dispositivo sin necesidad de comprarme un Hub adicional. ¿Es que el Bluetooth la distancia? No es problema. Aparentemente no es problema. ¿Por qué? Porque yo esto, o sea, solo voy a usar un SwitchBot, no me voy a comprar más a priori, está en la puerta del estudio y la distancia entre la puerta del estudio y donde tengo la Raspberry Pi es suficiente como para que el Bluetooth haga su magia. Así que en principio, con los 35 euros que me cuesta en Amazon, tendría que tener el tema resuelto, que ya está bien. Gastarse 35 euros, que diría mi mujer, para no levantarse de la silla y darle al botón. Y, como puedes suponer, no es solo el hecho de no levantarme de la silla. Es que es un reto. El domotizar esto y tenerlo pegado a la puerta sin alimentación externa, pues es un reto y estoy dispuesto a conseguirlo de la forma que sea. Así que en el próximo capítulo, como ya habrá venido el SwitchBot y ya habré hecho las pruebas, ya te contaré cómo me ha ido todo. Lo segundo es algo que anticipé en un capítulo de Milk and Daily esta semana y es que mi sistema ZigBee se ha ido a tomar viento. Yo tengo instalado en esta misma Raspberry Pi un puente ZigBee to MQTT para con un pincho Sonoff, que es ZigBee, poder meter ahí todas las cosas ZigBee que tengo en casa. Por ahí se pasan a Homebridge y de ahí a casa. Bueno, pues necesité actualizar el software de este software ZigBee to MQTT. Necesitaba actualizarlo para que fuera compatible con el sensor de presencia que me acababa de comprar, que ya os comenté ese tema en capítulos anteriores. Y en el proceso de actualización se fue a la mierda y la copia de seguridad que había creado el propio proceso no funcionaba. Así que no he tenido más remedio que borrar todo a mano con comandos de Linux en terminal y proceder luego a instalar de nuevo ese ZigBee to MQTT, ya la versión corriente, y si ha sido compatible sin ningún problema. Eso sí, todo mi dispositivo ZigBee, menos dos o tres que por lo que sea aparecieron ahí, los he tenido que instalar a mano uno por uno, ponerlos en modo de descubrimiento y todo eso. No ha sido muy penoso, con la excepción de… ¿Por qué me entra un mensaje a mí aquí ahora? Ah, porque no he puesto el modo no molestar. No molestar. No ha sido muy penoso, con la excepción de lo de siempre, dos enchufes que tengo, OSRAM, que nunca recuerdo cómo se vinculan. Ya de esta vez no pasa que me haga una nota y la ponga donde sea porque esto es un horror. He aprovechado el viaje para, evidentemente, configurar ese sensor de presencia. Os decía que el sensor de presencia de techo del cuarto de baño me funcionaba estupendamente y que quería amplificar su actuación, poner ese mismo dispositivo en más sitios. Entonces, como no tengo más sitios con falso techo, me lo tengo que comprar de pared. Y me he comprado dos. El primero lo he instalado en la cocina, que era donde yo intuía que iba a tener menos problemas para instalarlo. Y efectivamente, así ha sido. ¿Por qué? Porque resulta que debajo de la mesa de la cocina mi cocina es alargada. Tú entras a la cocina y en la pared de la izquierda están todos los muebles de cocina, la encimera, todo eso. Y en la pared de la derecha, en grosso modo, está el frigorífico, el horno y ya la mesa donde nos sentamos a comer. Pues debajo de la mesa yo tengo una recleta de tres o cuatro tomas, que aparte tiene dos tomas USB-A. Esa recleta la tengo pegada a la pared, en una de las pocas cosas que tengo pegadas en mi casa y que no se me han despegado. Y fantástico, porque ahí está enchufado el Apple TV, la tele y el Amazon Echo Show. Y estupendo, ahí pegadito, luego puedo barrer por debajo sin ningún problema pegado a la pared. Magnífico. Entonces, yo para poner un detector de presencia como este que he comprado, tenía dos problemas. El primero es que se alimenta por Bluetooth y el segundo es dónde lo pongo para que su ámbito de actuación sea razonable y cumpla con su objetivo. Entonces, la alimentación está clara porque esta recleta, como digo, tiene dos tomas USB-A. Lo he enchufado ahí y es suficiente para alimentar ese sensor. Y luego el sensor lo he dejado ahí mismo. Lo he dejado puestecico encima de la recleta. Como digo, la recleta está pegada a la pared por la parte de abajo de la recleta. El chisme lo he puesto justo encima y apoyado. No le he puesto adhesivo, no le he puesto nada más. Se queda perfecto. Y he tenido la inmensa suerte que en ese punto donde está de la cocina, que es más o menos el centro, ya he comprobado que funciona perfectamente. Entonces, he automatizado el encendido y el apagado de la luz de la cocina. La luz de la cocina de mi casa, al ser un piso con muy poca luz, un primero, está encendida prácticamente todo el día. Y con este sistema, pues, evidentemente voy a reducir ese tiempo de encendido mucho. Entonces, le he puesto una automatización de casa para que cuando sienta presencia se enciende la luz. Y no me he atrevido a hacerlo, pero le he puesto otra para que cuando la presencia se extinga, apague la luz. Ya se me ha quejado la asistenta de que está allí ella aquí de cica fregando lo que sea y se le apaga la luz. No debería de ocurrir. Es un sensor de presencia, no de movimiento. Entonces, lo que he hecho ha sido ampliarle un poco el rango y ampliarle un poquito la sensibilidad. Estos son factores que yo puedo manejar desde Zigbee MQTT. Ahí puedo entrar a saco a los parámetros de todos estos dispositivos. Ya de paso, también se me han quejado a veces de que se les apaga la luz en el cuarto de baño. Y esto es por el rango de actuación del dispositivo, que yo he querido dejárselo reducidito para que no se saliera al pasillo. Bueno, también se lo he ampliado un poco y vamos a experimentar manejando estos parámetros para que el funcionamiento de los dos sensores, el que ya tenía en el techo y el que ahora he puesto en la cocina, sea óptimo. El siguiente paso, ¿cuál sería? Pues como tengo por aquí un Sonoff Mini que está huérfano, que este me lo regaló Eduardo Norman junto con el pincho Sonoff Zigbee, pues la idea es ahora, en la habitación de los niños o en la habitación de la niña, poner el otro sensor de presencia y domotizar la luz del techo, porque esas luces del techo de esas habitaciones de esos hijos están permanentemente encendidas. Las tienen que tener encendidas muchas veces porque la casa no es suficientemente luminosa, sus habitaciones dan al patio interior y el patio interior no provee la luz necesaria para estar en las habitaciones con luz natural, pero lo de apagar las luces en ellos es una quimera. Y esas luces, una gran parte de mi vida la paso apagando esas luces. Entonces creo que voy a hacer la prueba en la habitación de los niños, que son los más tractos, porque Isabel pues ya va siendo un poco más mayor, ya va entendiendo las cosas y es más amenazable, claro, tiene más que perder si no apaga las luces. Entonces creo que lo voy a probar en la de los niños. Los retos aquí serían dos, buscar un sitio donde yo pueda tener el dispositivo bien ubicado, que abarque la habitación y que esté alimentado, primer reto, y segundo reto, instalar el Sonoff Mini, si bien dentro de la caja del interruptor de la luz del techo o bien en la caja de registro. Ninguna de las dos cosas las ha hecho yo solo, así que me tocará llamar a un electricista y pagarle lo que me pide el hombre. En cuanto a dónde ubicar el Sonoff Mini, pues como comenté en el capítulo anterior, pues yo creo que lo voy a poner en la cabecera de una de las camas de los niños. Las camas de los niños van contra la pared que está en la ventana, ahí hay un pequeño mueble que hace de cabecera, y en ese mueble hay un resorte que muestra unos enchufes y también dos tomas USB-A, y ese sería el sitio ideal. Además tengo un chismecito para pegar el dispositivo y que no esté tirado, etc. El problema está en que eso está muy a la mano de los niños. Entonces ellos se ponen ahí, desconectan una cosa, conectan el iPad para cargarlo, o tienen ahí algún juguete, o tienen sus libros de leer por la noche, y está demasiado expuesto. Pero es que si no lo pongo ahí, es que no tengo más sitio donde ponerlo. Estoy pensando dónde, pero es que se me acabarían los sitios y eso ya sí que sería un problema. Así que bueno, vamos a ver con esas pruebas que pueda hacer, si la habitación de los niños finalmente consigo, entre el Sonoff Mini y este sensor de presencia, pues conseguir, no ya el encendido, porque no sé yo si va a ser práctico, pero sí por lo menos el apagado automático de la luz cuando este sensor deje de detectar presencia en dicha habitación. Antes de decir adiós, comentaros que Elias ha vuelto a hacer sus hechizos, aprovechando que vayan una llena esta semana, y el tío se ha hecho ahí unas historias, y ya funciona bien lo de Discord. Es decir, si acabas de llegar a Weekly, o llevas tiempo en Weekly pero todavía no has entrado a la comunidad de Discord, teníamos un problema por un asunto de los cambios de nombre de usuario solucionado. Ahora te vas a tu cuenta de usuario en la web, en emilcar.fm, a la pestaña de comunidad, ahí pones el nombre de usuario, le das a aceptar y bimba, ya estás dentro, te vas a Discord y ya estarás dentro de nuestra fastuosa comunidad. Ya todo funciona perfecto, gracias Elias. Y vamos con la despedida, ahora sí, porque esto ha sido todo en este 257º capítulo de Weekly. Espero que todo lo que te he contado te haya resultado interesante y aguardo con ilusión tus comentarios en nuestra comunidad de Discord. ¡Hasta la semana que viene! Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org