¿Qué pudo ocurrir ese 25 de abril? Hay que remontarse a la primavera de 1951 para entenderlo, en la que empieza la historia de las vidas de dos científicos locos, obsesionados por descubrir la estructura del ADN: Watson y Crick. Tampoco nos olvidamos de su inseparable y no colaboradora Rosalind Franklin, que desempeña un papel fundamental en la historia.
La estructura del ADN es algo sin lo que mi vida no tendría sentido, pero también os cuento un poco más, y es que para que yo pudiese preocuparme por la doble hélice, primero tuvo que nacer una niña… que curiosamente nacía cuando el señor Watson empezaba a preocuparse por el ADN.
No es una historia de prueba y error, ni de análisis de datos. Es la historia detrás, las vidas de los implicados en tal descubrimiento… porque los científicos somos ante todo seres humanos, y tenemos vida. Pero eso sí, ¿qué sería de nosotros si éstos no se hubiesen centrado? El dogma central de la biología: ADN-ARN-proteínas. Algo tan conocido hoy en día, que merece que dediquemos un poco de tiempo a saber algo más allá de lo publicado en un artículo científico.
Soy consciente de haber omitido muchos detalles, más de los que me gustaría, así que espero que muchos leáis La doble hélice para completar la historia. De todos los asuntos pendientes podemos hablar en el grupo de Telegram, una nueva vía de comunicación con y entre los oyentes.
Y si quedan dudas, montad vuestra propia hélice. Si lo que queréis es leer los artículos:
Raúl (@LuarDorcan) dice
Nadie debería perderse este episodio. Es historia con mayúsculas, que cambió el curso de la ciencia. Si nunca has oído hablar de Watson, Crick y Franklin vas a descubrir un guión digno de película. Si ya has oido hablar de ellos te va a encantar cómo lo cuenta Carmela.
Muy fan de bacteriófagos.