Eso es lo que muchas veces me he preguntado. Y es que, aún habiendo dejado de vivir en esa casa hace años, sigo encontrando los dichosos pelos en algunas de mis pertenencias.
Suban, estrujen, bajen: die Pfefferminze – la menta
Al igual voy yo a perder el tiempo frotando. Ni que viviese en el siglo XIX…
Para pañales se agradece cualquier contribución aquí.
Li Frame dice
Hola Natan, muy de acuerdo contigo es una pasada lo de las lavadoras comunitarias además que no te enteras que ponen a lavar los demás , en una ocasión me tocó que se prendió fuego la lavadora pública porque alguien había metido ropa impregnando de algún tipo de solvente, mejor tener la propia y así al menos sabes que la popocha en la lavadora es de vuestro bebe jejeje y pues solo resta desearte unas felices vacaciones que las tenéis bien merecidas.