Siguiendo con el tema del capítulo anterior, ahora vamos a profundizar un poco más en qué cosas se pueden hacer… con leche. Desde que los humanos descubrieron que la leche podía ser un buen nutriente, se han esforzado por obtener derivados. Eso ha permitido llegar a la situación actual en la que cada país consume derivados diferentes. Los que a algunos nos encantan resultan asquerosos en otros países. Hay cosas de las que no hemos escuchado hablar jamás pero que para otros son muy comunes. No voy a pasar por todos, pero sí destacar algunos y, por supuesto, hablar de los microbichitos que los hacen. Como somos curiosos y nos gusta experimentar, también os cuento cómo hacerlos en casa, sin olvidarme de dar algunos consejos para evitar que crezcan microbichos inesperados.