Últimamente parece que el tiempo está loco. El verano ha durado más de lo esperado y hemos tenido fenómenos inesperados… pero la verdad es que no son tan raros. Quizá lo que está pasando es que son más frecuentes que en el pasado, o más extremos. Y eso, en parte, es culpa nuestra. En este capítulo vamos a recordar algunos fenómenos meteorológicos y también a dar algunas pinceladas sobre los granitos de arena que podemos aportar cada uno de nosotros para ralentizar el cambio climático. Y digo ralentizar porque pararlo va a ser imposible, pero algo es algo, y al menos podremos dormir con la conciencia tranquila.