«No estáis encerrados aquí conmigo».
Sólo estáis acompañándome en este recorrido por los entresijos de la serie «Watchmen» de HBO mientras juntos desmigajamos los aspectos más nimios, descubrimos guiños, homenajes y referencias e intentamos intuir hacia dónde nos llevará la inexorable aguja del tiempo.
Y es que precisamente ese tic tac ineludible se destapa ya sin ambages como leitmotiv de esta serie, hasta el punto de que dejemos atrás los efectos de sonido lluviosos que nos acompañaban hasta ahora.
Y la semana que viene, más.
Emilcar dice
Hola Antonio. No sé por qué no te gusta la solución del calamar del cómic y por qué prefieres el apaño de la película. Más allá de respetar siempre la idea original (que no tiene por qué gustarnos) el tema del calamar está mucho más relacionado con todo el trasfondo psicológico de lo que este acto va a suponer para el futuro de la humanidad. Ofrece además en el cómic otra subtrama, al ver cómo los personajes involucrados en la creación de este ser permanecen de cierta forma ajenos a todo y viven unas vidas paralelas. El calamar es un final muy adecuado para todo el ambiente raruno que crea el cómic y además introduce un factor diferencial respecto a la solución de la película: sí, todos podemos unirnos por miedo al Dr. Manhattan, pero nada comparable a unirnos ante un terror inesperado, aleatorio, desconocido y extradimensional.
Antonio Rentero dice
Hola, Emilio. Cuando leí en su momento (1986, con 16 años) el cómic original me pareció absurdo lo del chopito intergaláctico telépata mutante, impropio del tío más listo del planeta. Por muy bien que cubras tus huellas (y lo bien que lo hace sólo lo podemos intuir porque no lo comprobamos hasta décadas después con la serie «Before Watchmen») siempre puede llegar a descubrirlo alguien y al final será peor. La solución de la película me parece mucho más inteligente porque Manhattan existe, lo conoce todo el mundo, todos saben de lo que es capaz con sus poderes y es mucho más sencillo creer que si lo ha hecho una vez lo puede volver a hacer. Es evidente que algo que no conoces ni comprendes puede llegar a darte mucho más miedo, el problema es que el chopito es un cañón de una única bala que tiene que funcionar con la imaginación de la gente mientras que Mahnattan es una ametralladora inagotable de existencia comprobable.
Antonio Rentero dice
También te digo que lo que más me intriga de la serie es la explicación a los minichopitos que llueven (ya veremos si Trieu tiene algo que ver) o qué pasa con esa máquina rusa de campo intrínseco. Lo cierto es que si obviamos el final del cómic y nos quedamos con el de la peli, además de no respetar la obra original, todo el planteamiento para la serie sería muy distinto.