Henry encontraba la inspiración en la localidad de Falmouth, Inglaterra.
Todas sus pinturas tienen muchas cosas en común: los barcos, la playa, los muchachos al sol.
Las playas eran un escenario ideal: orientadas al sur, normalmente bañadas por el sol.
Estaban siempre repletas de modelos y eso se reflejaba en las pinturas de Henry.
Una de estas pinturas, fue comprada por catálogo casi un siglo más tarde.
La pintura era irresistible: unos jóvenes semidesnudos disfrutaban de un baño relajante y posterior secado al sol.
Una maravilla a la que el comprador no pudo resistirse: tenía que comprarla y además se la regalaría a uno de sus mejores amigos.
Todos sabemos que ilusión se siente al comprar un regalo para alguien especial: no puedes esperar para dárselo, para ver la cara que pone al desempaquetarlo.
Pero en esta ocasión, eso tendría que esperar. Iba a ser un regalo especial, y el comprador esperaría paciente la entrega del regalo.
Su amigo Reginald recibió por sorpresa el cuadro el día de Navidad. Fechas de regalos, sin duda, pero en esta ocasión sería todavía más especial ya que el amigo de Reginald había muerto por enfermedad unas semanas atrás.
La planificación de su amigo, había superado incluso sucesos inevitables como su propia muerte.
Una presentación no acaba en el punto y final.
Y sobre todo si las cosas no han ido como esperábamos.
Hemos podido sufrir reveses o incluso debacles que pudieran tirar meses de trabajo a la basura o lo que es peor cortar de raíz las posibilidades de un proyecto.
Por eso tenemos que ser conscientes de que una presentación no se acaba cuando se apaga el proyector o la videoconferencia. Es posible que durante los siguientes días se den pasos muy determinantes en base a esa presentación.
3 pasos para gestionar el desenlace de la presentación …
1/ En los siguientes minutos, tras la finalización de la misma, anota de forma muy detallada las acciones requeridas y sobre todo qué ha motivado la reacción de los receptores. Detectar la causa raíz será muy importante para luego no volver a repetir los mismos fallos.
2/ Lanza el plan de acción ese mismo día. Probablemente las acciones no dependerán únicamente de ti. Puede ser que el equipo debe lanzar actividades individuales o lo que es peor otros organismos fuera de la empresa deban intervenir. Lanza cuanto antes.
3/ Al día siguiente,
- en la revisión del plan de acción con el equipo, fija los plazos objetivos del plan de acción.
- crea el planning detallado y completo así como establece una fecha final del global
- y finalmente difunde a los interesados
En general con los tres puntos anteriores queremos mostrar que a pesar de que las cosas no salieron bien, tienes la capacidad de reaccionar, hacerlo de forma rápida, controlada y eficiente.
Es lo que se debe hacer pero no dudes que hay una parte de imagen que colabora a que el desastre inicial sea eliminado. Pasar página cuanto antes y focalizar el escenario en otro ámbito puede ser de mucha ayuda.
El cuadro era una acuarela fantástica de Henry Scott Fuke, pintor de semidesnudos de finales del siglo 19 y principios del 20 en Inglaterra
La pintura fue recibida por Reginald, o mejor dicho Elton John, como regalo de su amigo Freddie Mercury, una vez ya fallecido éste.
No sería el único regalo que Freddie Mercury haría tras su muerte. De hecho lleva realizándolos durante años para las fechas Navideñas.
Unas de las máximas del cantante era la de usar el dinero para actos con alta carga sentimental. Freddie Mercury, conocía cual iba a ser su destino final, debido a su enfermedad. Pero ello no le evitó adelantarse a sus intenciones: dejó encargados décadas de regalos para sus amigos, que sin duda permiten su recuerdo más vivo que nunca.