La semana pasada se publicaba un informe del Defensor del Pueblo de España que mencionaba unos 200.000 abusos sexuales de miembros de la Iglesia Católica en España hacia menores que estaban a su cuidado. La Conferencia Episcopal Española (Gobierno de la Iglesia en España) primero pidió perdón e, inmediatamente, puso en duda los datos, cuando no los negó directamente. La prensa internacional se ha hecho eco de la denuncia, de la petición de perdón y ha enfatizado la postura de la Iglesia desmintiendo el número de afectados. Qué hipocresía tan grande y cuánto daño a las personas que, desde dentro de la Iglesia Católica tienen un compromiso honesto con sus comunidades. Eso sí: tiempo le ha faltado para criticar la futura ley de amnistía, a coro, con los sectores más derechistas y reaccionarios de la política y la judicatura.