Cada año, el Borbón de turno, hace su discurso de Nochebuena. Este año, más que nunca, le ha parecido a Felipe VI, en su décimo discurso, que debía hacer una encendida y abierta defensa del orden constitucional y del respeto entre los poderes del estado, así como defender que todas las ideas democráticas caben en nuestro sistema político.