Capítulo 2437 en el que te cuento cómo el final de año no fue como esperaba.
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Transcripción
¡Buenos días! Esto es Emilcar Daily, un podcast sobre tecnología en general, Apple en particular, productividad personal, cultura, internet y, francamente, cualquier cosa que me interese. Hoy es miércoles 3 de enero de 2024, y este es el capítulo 2437. Yo soy Emilcar y hoy te traigo una pequeña historia personal relacionada con la salud, que espero que sirva como aviso a navegantes.
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El final del año 2023 no ha sido como esperaba. Quizás recuerdes que en 2021 tuve un intento de desprendimiento de retina. Me lo pillaron a tiempo, no hizo falta operarme, que es una operación muy coñazo, y eso los que la habéis pasado lo sabéis, sobre todo por el posoperatorio, es una operación de bisturí, de cirugía mayor y todas esas historias, y los oftalmólogos tratan de evitarla en la medida de lo posible. A mí me pillaron el desprendimiento en curso, entonces lo que hicieron fue hacer una intervención con láser en el ojo derecho y, por así decirlo, dando la explicación a nivel cuñado, graparme ese borde que se estaba desprendiendo. Imagínate que tienes una lentilla puesta y que en vez de quitártela dándote el pellizco te la quitas de arriba a abajo, ¿vale? Pues eso es lo que me estaba ocurriendo a mí. Es una explicación que los que sepáis un poco de esto veréis que es un poco chunga, pero nos vale. Lo que hicieron fue graparme esa parte que se estaba empezando a desprender y ya está. Pero claro, se había empezado a desprender, había ahí sus líquidos y sus movidas, y había riesgo de que no se quedara bien, aunque es un tipo de intervención que suele funcionar muy bien. Estuve 10 semanas de baja, 10 semanas de baja, y la verdad es que tuve suerte porque se me quedó muy bien. Después de eso pasé revisiones, cada vez más espaciadas, y ahora estoy ya en el tema de la revisión anual, y siempre me dicen lo mismo. Se ha quedado muy bien, esto es estupendo, se lo hemos hecho a muchísima gente, a todo el mundo se le queda ya para siempre, ya no tiene problemas, etcétera, etcétera. Este rollo del desprendimiento de retina, de las movidas de la retina en general, te pasa generalmente, te puedes saber por qué me lo digo, pero porque eres míope. Porque eres míope as fuck, y eso hace que tu retina sea una pilrafa. Que también puedes tener 10 y 10 de dioptrías en cada ojo y tener las retinas como adamantium, pero vamos, es lo que es lo que te suelen decir. El caso es que a principios del mes de diciembre empecé a notar por el ojo en cuestión, empecé a notar como una especie de meteoritos negros que caían. Y tras una conversación con un amigo al que le había pasado algo parecido y habían acabado reparándole unos desgarros que no desprendimiento de retina, le dije a mi mujer ¿qué te parece si así de chill nos vamos a urgencias de la risaca que es nuestro hospital de referencia donde me hicieron esto y les decimos que me pasa esto? Efectivamente, fui para allá, me hicieron una revisión, me lo miraron todo el ojo por dentro, me dijeron mira, esto que tú ves es lo que se llaman moscas. Y me dijeron, muy poéticamente, las moscas son al ojo como las arrugas a la piel. Es algo que pasa por vejez supina y más en tu caso que eres míope y no sabes ya qué te puede pasar más. De esto no tienes por qué preocuparte en exceso. Cosa que además me confirmaron otras personas cuando después hablé con ellas. ¿Familiares, amigos? Ah, pues sí, yo también lo tengo, yo también lo veo y me dijeron lo mismo. Vale, fantástico. Por el general la gente me pregunta ¿cómo te quedaste tú de aquello? Y yo siempre respondo lo mismo y es que lo sigo viendo. Es decir, yo sigo viendo lo mismo que veía antes. En aquel momento, en 2021, cuando yo di la señal de alarma, lo que yo veía era como si llevara unas gafas de estas de bucear, de estas que llevas las dos funditas de plástico, una en cada ojo. No tipo snorkel, sino las típicas gafas que llevan los nadadores, por ejemplo, en los Juegos Olímpicos. Y yo veía como si llevara una gafa de esas y en uno de los ojos se me hubiera colado un poquito de agua. ¿Sabes que ves el agua ahí abajo? Pues eso es lo que yo veía y eso es lo que yo sigo viendo. Y me dijeron ¿y esto, amigo, es para toda la vida? Y la gente se asusta mucho. ¿Y lo ves? Digo, pues sí, lo veo. Hay veces que mi ojo pasa de movidas y dice, bueno, ya se le olvidará, pero lo veo todos los días. Y por la mañana, sobre todo, me levanto siempre con la sensación de que el ojo derecho, que si tal, que si pascual. Bueno, el caso es que en esta revisión, como digo, del principio de diciembre a la que fui de urgencias, me dijeron nada, perfectamente normal, todo lo tiene muy bien. Y le dije, tengo revisión el día 29 de diciembre. La quitamos y me dijeron, no hijo, no, la mantenemos precisamente para hacerte un seguimiento. Vale, pues el día 29 yo no tenía todo previsto. Ya la tarde antes, el día 28 por la tarde, los críos se habían quedado con mis suegros, Rocío y yo solos, haciendo las tareas propias de estos días. Y el día 29 iba a ser exactamente igual. Arrancamos desayunando en Detroit, que es una cafetería fantástica donde hacen unas tostadas que solo le falta ponerte encima una paella o un muslo de pollo, una cosa espectacular. Y después nos íbamos a la risaca, pues las gotitas, el que te mire en la entrada, muy bien machote, ale para abajo y a seguir con la rutina de estos días propiamente dicho. El caso es que nos vamos allí, esperamos, nos ponemos, muchísima gente. Nosotros con esta mascarilla, casi los únicos, porque a la gente le gusta jugar con fuego. Y venga, pasa usted. Hola, ¿qué tal? Sí, mira, veo que viniste a principios de diciembre. Sí, ¿qué tal? Pues no, pues aquí lo veo mucho menos, pero yo pienso que es por su gestión. Venga, pues siéntate. Me ponen a mirarme y después de un rato mirándome me dice, ahora te voy a mirar el otro ojo, el izquierdo. Porque siempre me lo miran, no siempre, pero de vez en cuando me lo miran por ver, ¿no? No sea que le dé envidia al derecho y también se ponga tonto. Entonces, pues me lo miran y termina y me dice, mira, tienes en el ojo derecho, donde tuviste ese intento de desprendimiento, tienes algunos puntos de desgarro. Y en el ojo izquierdo también te veo algunos puntos. No tienes nada en el ojo izquierdo, no tienes síntomas. Claro, yo en esos momentos RCP en el suelo. Estaba buscando pagarme yo mismo con el electroshock. Digo, pues hombre, ahora que me lo dices. Y dice, pero espérate, porque yo soy oftalmóloga, porque el mundo me hizo así, pero yo no soy retinóloga. Yo estas cosas las puedo ver, pero voy a traerme un retinólogo que tengo aquí a mano, que él sabe más de estas cosas. Ahora vengo. Claro, a mí me dejo allí al borde del colapso, porque esta es muy poca información. Bueno, no, perdona. Me dijo, pero eso ahora mismo te damos láser. Digo, pero cómo que láser? Cómo que me dais láser? Pero qué es esto de andar distribuyendo enlaces con esta frivolidad? Claro, yo me quedé, pues te voy a ser sincero, muerto de miedo, muerto de miedo, porque no sabía realmente lo que me estaba diciendo. La mujer no podía, no parecía darle mayor importancia a la cosa, pero claro, yo sí se la daba, porque la última vez fueron 10 semanas de baja y estamos hablando de 29 de diciembre. O sea, me tengo que ahora tirar en la cama boca arriba mínimo 15 días y dejar colgada rocido con todas estas fechas y con todas estas historias y con todas las cosas que hay que hacer esta semana que empieza. Y los críos y la cabalgata, me hundí moral y emocionalmente. Aparece el retinólogo, llegan allí, se pone a mirarme, no sé qué, para esta parte. Pues sí, pues yo esto no lo veo, pero aquí sí lo veo. Sí, esto lo hemos dado en láser. Bueno, no se lo doy yo, lo mismo se lo da Dani, pero a ver, no lo sé. A ver, dices tú que has visto esto y la otra. Sí, eso está por ahí. Ah, pues yo no lo veo como tú, yo estaba literalmente temblando. Y claro, la oftalmóloga, la mujer, empezó a preocuparse por mí y me dice, caballero, ¿le pasa algo? Se está usted mareando. ¿Le pasa algo? Digo sí. ¿Qué le pasa? Y digo que tengo miedo. Y dice el tipo, ¿miedo de qué? Pues no sé, de que me están ustedes hablando que me van a dar colgadas en el ojo así alegremente y la otra vez lo pasé fatal y no sé cuánto tal. Bueno, poco a poco. Claro, tú piensa, 29 de diciembre, aquello lleno de gente, las mascarillas total para que los centros de salud con turnos de vacaciones, con lo cual muchas de las consultas rutinarias, migradas arriba al hospital. Iban sobre la marcha. Lo mismo en otras circunstancias, lo mismo en 4 de febrero, me explican tranquilamente todo desde el principio y yo no me infarto, pero no era el momento de andar con victorias. El caso es que me mandan fuera porque luego va a venir el tal Dani a darte láser en el ojo. ¿A ti te da garantías de que te digan que Dani te va a dar láser en el ojo? El doctor Daniel Fernández como poco, de ahí para arriba. ¿Cómo que Dani? No, Dani a mí no me va a hacer nada. Dani no me va a poner una mano encima porque a mí no me da la gana. Bueno, básicamente, básicamente. Y por resumir un poco, porque claro yo aquí me emociono y aquí no puedo tirar un rato largo y yo estoy de vacaciones pero tú tendrás que trabajar a lo mejor. Básicamente, no es lo mismo un intento de desprendimiento que se trata con láser para empezar y hay que llevar todas las precauciones y mirarlo y remirarlo y vigilar al paciente a las 24, a las 48, a las 72, a la semana, a las dos semanas y tal, que un desgarro que es como un agujerito que se abre en la retina. Ese agujerito que se abre en la retina te cogen, te sientan en láser, te pegan tres tiros y te vas a tu casa. Así, sin más. Como mucho, lo que me manda a mí, reposo relativo. ¿Qué significa ello? Que no debo hacer grandes esfuerzos físicos porque el esfuerzo físico y el desprendimiento de retina van unidos de la mano, ¿vale? Es decir, no puedo hacer, por ejemplo, en mi caso, no puedo hacer atominales, no puedo hacer flexiones porque son movimientos bruscos de la cabeza, no puedo defender un córner al remate de cabeza, que no lo iba a hacer, no puedo atacar en un córner, que tampoco lo iba a hacer, sí puedo montar en bicicleta, sí puedo hacer algo de calistenia que no suponga movimientos bruscos de cabeza, no debo levantar bombonas de butano, tampoco estaba en mis planes. Y me dijeron que no, que no, que eso es el láser, que no es lo mismo que la otra vez, que es una cosa muchísimo más leve. Pues bueno, todavía con mi buena dosis de miedo me fui y me senté en el láser y bueno, no sería tan grave como la otra vez, pero estuvieron muchísimo más tiempo dándome láser, como que el doble, y me dolió muchísimo más. Porque sí, te ponen gotas anestésicas, pero es un procedimiento que me resultó muy doloroso, porque me dijo el tío, es que hay muchos de las aberturas que están muy cerca de un nervio, y es doloroso, doloroso. Lo pasé mal, me agobié muchísimo, fue un rato larguísimo, pero para que te hagas una idea, aunque salí de allí a las tres, que fuimos los últimos, por supuesto, mis dieces al personal que estuvo allí y que me atendió y que de aquí no se va nadie hasta que este tío no esté resuelto, de ahí nos bajamos a un centro comercial y comimos. Y allí ya me fui recuperando de las sensaciones del ojo, me echó rocío, un poco más de lágrimas en los ojos, y por la tarde estábamos de compras. O sea que realmente la cosa era, como ellos dicen, si no te has muerto antes del infarto, claro, del miedo que te da todo esto. Entonces, pues una vez más estoy en reposo relativo y tengo cita para finales de este mes de enero para que me revisen. He de decir que algunas de las cosas que yo estaba viendo en el ojo derecho, que yo lo interpretaba pues como eso, como bueno, pues esto que está ahí, que no sé cuánto, algunas de las moscas han desaparecido. Con lo cual, pues evidentemente entiendo que algunas son causadas por eso, por la vejez del ojo, y otras serán causadas directamente por los agujeritos que tengo en la retina. En el izquierdo, como no tenía síntomas, pues me lo han arreglado también, pero es que no tengo nada aquí. Ese primer día y el siguiente fueron dolorosos, o sea, me dolían los ojos, me tomé un ibuprofén, roció y yo mismo me he echado lágrimas en el ojo para tenerlo más húmedo. Ahora mismo también, o sea, esta semana me voy a echar inopinadamente de vez en cuando, y a priori pues ya está. ¿Qué me dijeron? Que tengo la retina muy fina y que esto me va a pasar y que hay que estar al loro y hay que estar vigilando porque una de estas se convierte en un desprendimiento de retina y eso pues es una movida. Yo tengo la triste sensación de que voy a acabar operado de desprendimiento de retina. Y la operación, como digo, más allá de que es una operación y a nadie le gusta que lo operen, luego el posoperatorio es no sé cuántos meses boca abajo. Amigo, boca abajo. Literalmente, que te mandan a tu casa una camilla de estas de fisioterapeuta para que encajes la cabeza y tienes que estar boca abajo. Preparaos para una ausencia de capítulos total en un momento aleatorio del futuro, pero esto es así. Y decía al principio, que esto lo digo como aviso navegantes, porque cuando conté, y cuando esto me ocurrió, y lo conté en los podcast, hubo más de uno y más de dos que dijo oye pues si mis síntomas son un poco los que está diciendo aquí Emilcar y pues también más de uno y más de dos me han escrito para decirme que muchas gracias por haber tratado ese tema porque gracias a eso acudieron a su médico de confianza, a su oftalmólogo y pues se les detectó un problema. En concreto, Andrea, un oyente, pues eso también también ha tenido una historia así, se fue y pues lo tuvieron que operar en su caso. No ha habido más más historias, pero bueno. Es decir, fue también oye que me pasa esto, que pasa esto, que te pasa esto, pasa que te operamos. Y después me ha dicho que se ha quedado muy bien, que ya no tenía más problema que el resto de achaques que pueda tener la vista con respecto a la edad. Y algún otro oyente también me ha escrito para decirme que eso que fue y que efectivamente tenía esos agujeritos, esos pequeños de carro retina, y que con láser se lo solucionaron. Bueno, pues qué mejor forma de comenzar el año que teniendo en consideración esto que te digo. Es decir, si tú estás viendo cosas raras y no me refiero a seres que te hablen y nada de eso, sino eso, que si las moscas, que si no sé qué, que si una neblina, que si no sé cuánto, no lo dejes. No lo dejes porque cualquiera de estas movidas se convierte en un desprendimiento de retina de verdad y eso es un tostón increíble. O sea, de gente que llega allí diciendo es que no veo, que tengo así como una neblina, tal, no sé qué, y ya llegan que ya no se les puede sujetar nada con láser y hay que operarlo sin más remedio. Y el susto, o sea, eso de voy de urgencias porque no veo bien y acabas operado, eso que por nadie pase. Así que, insisto, si esto vale de algo, que sea para que te replantes tu salud ocular y acudas a las revisiones que tengas que hacer para ver si todo va bien, si necesitas un par de disparos láser o si Dios no lo quiera, hay que hacerte una operación completa. Nada más, no quiero ser agorero, pero me siento en la obligación de compartir esto con vosotros y con vosotras. Espero tus comentarios en Mastodon, arroba emilcar, arroba emilcar.social, allá donde me encuentres o en la comunidad de Weekly en Discord.
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Que tengas un estupendo miércoles, un saludo y hasta mañana.