Mi sensación, mi nivel de satisfacción con el Tesla Model 3 desde que llegó a mis manos el 30 de diciembre pasado, no puede ser mayor. Un coche con una calidad muy razonable, un gran confort y un coste de mantenimiento cercano a cero. ¿Pero entonces qué me preocupa de la marca?. Los vaivenes de su CEO, que es incapaz de dejar su ideología y sus excentricidades o fobias personales al margen del producto que ofrece. Tesla no es fiable, pero no como tú crees.