Pedro María Sánchez Amado

Ayer por la mañana, al despertar, tuve una intuición. Abrí la app del BBVA y allí estaban los 4.500 euros de subvención por la compra del Tesla. Con ella y con lo ahorrado en combustible en este mes y medio, el coste del coche ya está por debajo de los 35.000 euros. Por cierto, la coincidencia ha querido que hoy fuera el día, 45 después de su compra, en que Mutua Madrileña me devolviera 100 euros del seguro a todo riesgo con franquicia de 200 euros que contraté para el Model 3. Fuera bulos con esto también. Un seguro a todo riesgo para este coche cuesta poco más de 200 euros y no 1000, 2000 o 3000 como mienten algunos por ahí.

Primera aproximación a una comparativa de precios para productos de marca en supermercados españoles. Spoiler: Alcampo gana por goleada.

A raíz de un regalo que me ha hecho, sin ton ni son, mi nueva operadora de telecomunicaciones (algo que no necesito y no he podido rechazar) he indagado sobre el concepto de «lo gratis» y su gran fascinación sobre nosotras, débiles personitas. Y he descubierto este artículo sobre «El poder del cero» en la revista Yorokobu.

Ojalá hubiera tenido oportunidad de decirle lo de «mantén tu coche alejado del disolvente» a mi hijo, después de que le dijera que la pegatina de la L de conductor novel la quitaríamos con calor. Se fue para su madre y le ofreció un bote de disolvente que ha afectado estéticamente al portón trasero del vehículo y ha dejado una marca indeleble en el paragolpes. A veces, preguntar a la persona adecuada y tener paciencia, es una virtud para vivir mejor.

Son 21 y te los cuento. Por si algo te resuena, te ayuda a avanzar, a romper, a vivir o, por el contrario, decides entregarte a ellos y sentirte feliz y confortable en tu sufrimiento.

Hay veces que cuando mejor vas en un partido (literal), metes gol en propia meta y sacas al contrario del apuro. El ridículo en la política española se esta colectivizando.