Algo que parece limpio puede estar lleno de microorganismos. ¿Cuál es el lugar más sucio de nuestra casa? ¿Qué microorganismos crecerían si les diésemos de comer? Para que todo el mundo se anime a una limpieza otoñal, aquí nos hemos dedicado a hacer un experimento veraniego. Las cosas hay que comprobarlas, así que he usado mi propia casa para ver a sus ocupantes microscópicos. Pero que no cunda el pánico, que algunos pueden (y deben) convivir con nosotros. Seguro que no volvéis a mirar algunas cosas con los mismos ojos…